Los rumanos se quedan en España

El Gobierno de Rumanía dice que tienen dificultades para convencer a sus emigrantes en España de que vuelvan a su país. No quieren irse. Al parecer, los rumanos están a gusto en España, han logrado la integración social o quizá un estatus que su país no puede ofrecerles.

El director general de la Agencia de Estrategias Gubernamentales de Rumanía, Dan Jurcan, ha reconocido que el Ejecutivo de su país quiere que sus emigrantes retornen, ahora que Rumanía registra un crecimiento económico del 6%. Pero no lo consigue.

Según Jurcan, la causa principal se debe a que los salarios son más altos en España que en Rumanía: No sabemos cómo convencerlos para que vuelvan.

Al parecer, la necesidad de mano de obra que actualmente tiene su país, miembro ya de la Unión Europea, principalmente en la construcción, es la razón que tiene su Gobierno a la hora de hacer este llamamiento.

El director general ha presentado además el documental «Un euro, 3,6 Lei», del actor y director español Carlos Iglesias, que retrata la inmigración rumana en España. Este documental se enmarca en la campaña «Hola, soy rumano», en la que el Gobierno de este país del Este de Europa ha invertido 3,5 millones de euros con el objetivo de mejorar la imagen de los inmigrantes rumanos en España.

Entre los testimonios que recoge el documental figuran los de inmigrantes que expresan su buena integración en España y su deseo de no retornar, así como los de algunos que ya han retornado a Rumanía, porque han perdido su empleo.

El objetivo de esta campaña es sensibilizar a la población española sobre la inmigración rumana, después de que el Gobierno italiano de Berlusconi haya dado más de una muestra de rechazo a este colectivo, especialmente a los gitanos, según Jurca.

Se trata, dice, de que los españoles tengan un mayor conocimiento sobre los rumanos y de hacer una labor de «prevención», para que no ocurran episodios de rechazo como en Italia.

Asimismo, Dan Jurcan destaca la petición del Ejecutivo rumano a todos sus emigrantes para que cumplan las leyes de los países en los que se instalan.