Un estudio explica por qué la exposición a pesticidas aumenta el riesgo de Parkinson

Ya os hemos hablado en algún post anterior de la relación entre la exposición a pesticidas y herbicidas y el aumento del riesgo de desarrollar Parkinson. Pues bien, ahora un estudio de la Universidad de California que ha recogido la prestigiosa revista Cell explica los porqués de esta mayor vulnerabilidad en personas predispuestas.

Aunque el Parkinson es una enfermedad cuyos orígenes son desconocidos, sí se sabe que hay un porcentaje de los casos en que su origen es genético y están muy relacionados los antecedentes familiares.

Precisamente la mutación de un gen, A53T, la que aumentaría la vulnerabilidad ante pesticidas y herbicidas y el mayor riesgo de desarrollar Parkinson. Y es que dicho gen está relacionado con la proteína alfa sinucleína, cuya acumulación es una de las características principales de la enfermedad.

Para la realización del estudio los investigadores utilizaron células de piel de un paciente con Parkinson que tenía la mutación genética A53T y en sus cultivos ‘in vitro’ mostraron que esa variante genética reduce la protección de la piel ante estos productos tóxicos y aumenta por tanto las posibilidades de desarrollar la enfermedad.

Para demostrarlo utilizaron las técnicas de reprogramación celular y convirtieron estas células de la piel en células madre plenipotentes inducidas que luego darán lugar a neuronas dopaminérgicas, que son aquellas que se pierden con la enfermedad de Parkinson. Pero antes de convertirlas en neuronas dopaminérgicas, los investigadores lograron corregir la mutación en la alfa sinucleína.

En el paso siguiente dividieron a las células en dos grupos: unas con mutación A53T y otras sin ella, y las expusieron a tres tipos de pesticidas diferentes. Las que tenían la mutación sufrieron un aumento brutal de los radicales libres y acabaron muriendo.

Y es que la exposición de las células mutadas a los pesticidas provoca la interrupción de una ruta clave en la mitocondria que cuando funciona convenientemente sirve de protector a las neuronas que contienen dopamina. Sin este ‘protector’, el riesgo de tener Parkinson es mucho más elevado.

La importancia de este estudio radica en que hasta el momento la relación entre pesticidas y Parkinson se basaba en estudios con células de animales y el hecho de que estas pruebas se hayan realizado con células humanas abre la puerta a nuevas investigaciones en esta línea.