Gustav Mahler visita el Ponce de León

El pasado fin de semana celebramos La Fiesta de La Primavera en nuestro centro Ponce de León, un referente en la educación de personas sordas y en la integración de personas con otras discapacidades. Papás, alumnos, profesorado, vecinos del barrio, miembros de la Fundación y antiguos alumnos nos reunimos en una jornada dedicada a la cultura, la diversión y la solidaridad.

El comedor del centro se transformó el pasado sábado en el cuartel general del mercadillo solidario, en el que se podían adquirir brochetas de chucherías, artesanía en madera, atrapa-sueños, botes de lapiceros, bisutería DIY, libros y, por supuesto, macetas y flores que habían plantado los chicos del centro ocupacional del Ponce de León. Era imposible salir sin picar y comprar algo, más aún sabiendo que los fondos que se recaudaban iban destinados al centro.

Fuera del mercadillo, las actividades se sucedían. Mientras unos disfrutaban tumbados en los jardines, otros participaban en las carreras de padres y alumnos y algunos se apuntaban a dar una tregua al calor acodados en la barra del puesto de comida tomándose un refresco o disfrutando de la carne a la barbacoa.

Jorge Robaina y Ana González
Peter Field

A las 12.00 h, la cancha de baloncesto del Ponce de León se transformaba en un fantástico escenario al aire libre para acoger el penúltimo concierto de Clásica X Contemporáneos II, el festival de la Fundación con el que estamos llevando la integral de las sinfonías de Mahler adaptadas para piano a cuatro manos a espacios donde habitualmente la música no llega, como el Puente de Colores de San Cristóbal de Los Ángeles, el Hospital San Carlos o el Centro Penitenciario de Mujeres de Alcalá Meco.

El coro bilingüe en lengua de signos del Ponce de León fue el encargado de abrir el concierto. Todo un ejemplo de inclusión el de la formación coral en la que participan padres, niños sordos, sordo-mudos y otros pequeños con y sin discapacidad. Una actuación emocionante que el público recibió moviendo y levantando las manos (equivalente al aplauso en lengua de signos).

Coro Ponce de León
Peter Field

A continuación, Xavier Güell, director del festival, dio algunas notas sobre la música de Mahler y recordó la figura de Beethoven, “uno de los músicos más importantes de la historia” que a los 22 años se quedó sordo sin perder por ello su genio compositor. La presentación dio paso a la 1ª sinfonía de Mahler, conocida también como Titán, que interpretaron magistralmente los pianistas Jorge Robaina y Ana González. La magia del lugar y la alegre melodía hacía que muchos siguiesen el ritmo con los pies, mientras los más pequeños observaban ensimismados la majestuosidad del piano Steinway & Sons situado en la pista en la que normalmente juegan.

Un poco más atrás de la pista de baloncesto, otros interpretaban otra sinfonía diferente, la de las azadillas levantando la tierra de sus parcelas en los Huertos Montemadrid. El día era espléndido y muchos curiosos acudieron para informarse sobre la nueva iniciativa de la Fundación en la que se combina medio ambiente y solidaridad. Los hortelanos que ya tienen su parcela no dudaron tampoco en aprovechar el día para regar y sembrar, plantando tomates al ritmo de Mahler. Todo un lujo.