Cara a cara con Irene Villa

Fotos: Jorge Villa
Fotos: Jorge Villa

Es una mujer nueva. Irene Villa ha trabajado duro para quitarse el cliché de víctima de ETA. Es periodista, psicóloga, conferenciante y esquiadora, y en breve pasará por el altar. Irradia alegría. ¿El truco?  Sabe que se puede vencer el miedo y que la felicidad se encuentra en “el perdón, en el amor y en la gratitud”.

Todo ello lo cuenta en ‘Saber que se puede‘ (Martínez Roca), una reedición de un libro que publicó hace siete años y que ahora, 20 años después del atentado del que fue víctima, saca a la luz ampliado y modificado para ayudar a los demás.

¿Por qué vuelve Irene Villa a reeditar ‘Saber que se puede’?

Había muchas cosas en el ‘Saber que se puede’ de hace siete años que no me gustaban, como alusiones al terrorismo y otras que la gente interpretaba políticas. Y yo no quería ninguna connotación partidista.

Quería un libro de esperanza. Al final de la primera edición hablaba de cosas como el terrorismo y el nacionalismo, cosas que no me interesan ya. Mi vida está orientada al deporte y los beneficios que da a una persona con discapacidad el ejercicio físico y, sobre todo, al amor, los buenos pensamientos y sentimientos. El otro era un libro escrito por una víctima del terrorismo y este es un libro escrito por una persona con discapacidad que es campeona de esquí.

¿A quién está dirigido?

Ha cambiado muchísimo el objetivo del libro. El otro era para ayudar a las víctimas del terrorismo, para aliviar el dolor a las víctimas del 11-M y del terrorismo en general, y éste es para todo el mundo.

Por eso hablo del deporte, porque a mi me ha dado unos valores imprescindibles en la vida, como es el sacrificio, la perseverancia, el no rendirme. El esquí es un deporte duro, con días de frío, viento, en el que se pasa mal, se madruga un montón.

Este libro va de eso, de valores, amor y nada de reivindicaciones como el anterior. Aquí también reivindico una sociedad sin violencia y sin terrorismo, pero rezuma paz. Irene, en griego, significa paz. Y con este libro he querido borrar toda alusión a Eta, para mí está muerta y enterrada, y también contar las nuevas experiencias en el deporte y en la vida.

¿Y qué experiencias cuentan esas nuevas páginas?

Yo pensaba que lo peor que me podría pasar era que me pusieran una bomba. Y sin embargo luego me tuvieron que traer de Francia a Madrid y operarme de urgencia a cuello abierto porque se me había salido el disco de las cervicales. Mis compañeras que van en silla me dijeron que por esa operación conocían a gente que se había quedado tetrapléjica. No estaba en mis planes. Ha sido algo muy fuerte en mi vida y lo he querido contar en mi nuevo libro.

Irene Villa durante la presentación de su libro

La vida da oportunidades, tanta como a los gatos ¿no?

Como dice mi chico yo no tengo un ángel, tengo un comité. Porque realmente tengo mucha suerte. Me han pasado cosas muy duras pero me podrían haber pasado cosas peores. Sobre todo por la vida que llevo. Mi madre me dice que si estuviera en casa no me pasaría.

Lo que dice y hace Irene Villa puede servir de espejo a mucha gente. ¿Qué consejos se pueden dar a las personas con discapacidad?

Que no se queden en casa, que se busquen una ocupación. Si no quieren trabajar, que tengan una actividad, porque la autoestima es muy frágil y para una persona con discapacidad, más. Lo que hay que hacer es salir, viajar, hacer deporte, apuntarse a iniciativas como la Fundación También, tener una red social amplia y, sobre todo, una actividad física. Eso te da un montón de beneficios.

¿Qué sentiste cuando te lanzaste por una pista de esquí por primera vez?

Mucho miedo. Fue horrible. Me llevaban con una cuerda y se soltó y me pegué una leche descomunal. Dije que no volvería a montarme ahí en la vida. Precisamente lo que me ha dado miedo en esta vida, en lugar de esquivarlo lo he afrontado. Si me preguntan a qué tengo miedo respondo que no lo sé. A no tener salud, a lo mejor, que es algo que uno no puede controlar. Pero el esquí me daba un miedo terrorífico, y ahora soy campeona de España. Lo que a uno le da miedo hay que afrontarlo.

¿Como periodista, te gusta la información diaria, la actualidad?

Hay veces que no me apetece nada leer los periódicos. Lo hago más por trabajo que por interés, por saber de qué hablar, qué ocurre. Soy una periodista atípica. No me entusiasma tanto la actualidad política. Al revés, a veces me llevo sofocones. Prefiero no enterarme de ciertas cosas.

¿El Periodismo debe ser un contrapoder?

Sí. El Periodismo es nuestro compromiso y nuestro deber, por ejemplo, criticar a los mangantes, denunciar las irregularidades y las faltas de rigor. Para eso también estoy en un periódico. Además de transmitir valores también pido y exijo diligencia y legalidad y justicia.

¿Cuál es el secreto de Irene Villa para ser feliz?

Lo que más ayuda es el amor de las personas que tenemos al lado. Yo siempre he tenido una suerte tremenda con los padres que tengo. Y mi abuelo, con 90 años, me da un amor y unos valores que te ayudan a ser feliz aunque vayas en silla de ruedas y tengas limitaciones.

Lo que importa en la vida es el amor. A mi me ha ayudado muchísimo que me viniera a ver gente amputada. Porque uno no ve que puede salir de ahí hasta que no ve que otro ha salido. Aunque, claro, me he caído muchas veces, me he hecho muchas preguntas, he tenido momentos de debilidad, no soy ‘superwoman’.

Si quieres saber más sobre Irene, tiene página web y blog.