El hidroclorofluorocarbono (HCFC) más utilizado resulta casi 2.000 veces más potente que el dióxido de carbono en sus efectos sobre el calentamiento de la Tierra. Por eso, controlar la emisión a la atmósfera de esta sustancia, y de otras similares, es crucial para mantener la salubridad de la capa de ozono y, como consecuencia, la habitabilidad del planeta.
Mañana se conmemora el Día Internacional para la Preservación de la Capa de Ozono, con el objetivo de concienciar a la ciudadanía sobre la importancia de luchar contra los gases de efecto invernadero.
Y es que en 1994, la Asamblea General de la ONU proclamó el 16 de septiembre Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono, para conmemorar el día en que se firmó en Montreal, en 1987, el Protocolo relativo a las sustancias que agotan la capa de ozono.
Desde esa fecha, se invitó a todos los Estados a que dedicaran ese Día a la promoción de actividades relacionadas con los objetivos del Protocolo y sus enmiendas.
La capa de ozono, que es una capa frágil de gas, protege a la Tierra de la parte nociva de los rayos solares, y por consiguiente, ayuda a preservar la vida en el planeta.
Salud preocupante del ozono
Año tras año, la mala salud de la capa de ozono sigue siendo preocupante. Un informe de la Organización Meteorológica Mundial incide en que el nivel de pérdida de la capa de ozono en la Antártida que tuvo lugar durante el 2011 equivaldría al mismo promedio en comparación con el decenio anterior.
Sin embargo, las autoridades siguen sin tomarse en serio el cuidado de esa pequeña parte de la atmósfera.
Pero razones no faltan, pues la presencia del ozono es vital para el bienestar humano. La mayoría del ozono (el 90 por ciento) reside en la zona superior de la atmósfera, en la estratosfera, a una distancia de entre 10 y 40 kilómetros sobre la superficie terrestre.
¡Celebra tú también este día para preservar la capa de ozono siendo respetuoso con el medio ambiente durante todo el año!