La actualidad de la mano de un escritor ciego

Foto: de Sergi Durà.
Foto: de Sergi Durà.

Tener un tío poeta y la casa de sus abuelos repleta de joyas literarias como libros, enciclopedias y ensayos de temas tan variopintos como botánica, historia y geología, influyó en su interés por la literatura. “A partir de lecturas y más lecturas acabé escribiendo”, explica Sergi Durà que a la temprana edad de 13 años empezó a escribir.

Hoy, 23 años más tarde, publica ‘Coincidencias’, una novela de ficción donde de la mano de Yisel Charboneau mezcla la actualidad política, el mundo del toreo y el terrorismo combinado con unas dosis de humor, sátira y sexo. Considerado un escritor crítico e inconformista, este valenciano asegura que la discapacidad visual que padece desde la juventud no ha sido un obstáculo a la hora de desempeñar un trabajo que le apasiona.

¿Qué le decidió a escribir esta novela?
Tras una anterior obra un tanto dramática y seria, quería que este libro cumpliera con las dos funciones que, a mi parecer, tiene la lectura. Por un lado, la parte lúdica y de entretenimiento; y por otro lado, la parte de reflexión sobre problemas como el terrorismo, la crisis, la violencia contra los animales, etc.

En ‘Coincidencias’ mezcla humor, sátira, terrorismo, sexo, ficción, actualidad política, el toreo, ¿por qué eligió esta temática para el libro?
Porque pienso que de lo mejor que escribe un escritor es sobre lo que conoce. Hay muchos libros sobre catedrales y enigmas místicos, y a mi personalmente me atrae mucho más la actualidad que vivimos cada día y que nos llega a través de los medios de comunicación.

¿Por qué el terrorismo?
El terrorismo tiene una parte significativa en la novela porque es un problema hacia el cual tendemos a mirar hacia otro lado. No queremos ver que todavía existe. A través del humor lo vuelvo a poner encima de la mesa para solucionarlo. Para solucionar un problema, primero hay que tratarlo.

¿Qué clase de terrorismo trata?
Hay dos vertientes. Uno es el que podemos tener en cuanto a ETA y por otra parte el globalizado. En todo momento se mezclan los dos porque tampoco se diferencian mucho cuando se trata de conseguir sus fines.

Este libro está basado en el terrorismo que ya abordó en su obra anterior ‘Pistolas y Rosas’, ¿qué evolución hay entre un libro y otro?
La evolución es que antes se trataba de un modo bastante dramático y serio, y ahora se trata de ponerlo con humor, cosa que es muy importante para ponerlo en debate porque sino de otra forma lo rechazamos.

¿Por qué elige a un personaje como Yisel Charboneau como protagonista de la historia?
Porque quiero darle una vuelta a lo que ya se ha escrito. Desde siempre la mayoría de personajes principales de historias han sido masculinos, pienso que ha llegado el momento de darle la vuelta y por eso lo primero que hago es valerme del personaje femenino que es Yisel, de su frescura y su juventud.

¿Qué sentimientos y pensamientos del libro son para usted los más importantes?
Los de los propios personajes. Ya sean los de una chica joven con sus relaciones laborales, sentimientos, la decisión de viajar o de tomar drogas; como los de un hombre que va dando traspiés y quiere reestructurar su vida porque su familia y su economía se están quedando en la nada.

¿Cree que es más fácil llegar al lector con la sátira, la ironía y el humor?
Llegar al lector se puede llegar de muchos modos, creo que es él quién decide de qué modo implicarse en la lectura. Puede quedarse en la primera capa, la del entretenimiento, o llegar a un tercer estadio con asuntos más agrios. También hay la posibilidad de pasar de largo sobre ellos.

¿Le influye la crítica literaria en su trabajo?
Cuando me siento a escribir no pienso en las posibles críticas o reacciones, sino que pienso en terminar algo y que en primer lugar me guste a mí. Si luego hay una sintonía y se da la circunstancia que también gusta a más gente, encantado.

Durante un tiempo ejerció de negro literario, ¿qué le llevó a esta situación?
La curiosidad y la economía. La curiosidad porque siempre me ha gustado escribir y era una vertiente que quería trabajar. Nunca mejor dicho porque es lo que hace el negro literario, simplemente aceptar el encargo que le realiza una persona o entidad para escribir un texto y, una vez realizado el trabajo, cobrar por ello y no dejar huella. Y la economía porque es un trabajo que siempre que lo he hecho he cobrado por anticipado.

¿Qué piensa que puede sorprender más al lector de su novela?
La actualidad y sobretodo la mezcla de elementos como puede ser el sexo y ciertas parodias tanto de crisis económica como de terrorismo.