
La Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, a través del Plan de Acción para el Empleo Juvenil que ha aprobado recientemente, va a contemplar ofrecer una beca de 1.000 euros a todos aquellos estudiantes que en su día abandonaron la Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO) para ponerse a trabajar y ahora deseen completar su formación.
Esta ayuda tiene como objetivo combatir el altísimo porcentaje de desempleo juvenil que existe en la región y concienciar a los jóvenes de que la formación es la mejor vía para encontrar nuevas oportunidades laborales.
Además, desde el Ejecutivo manchego se afirma que el Plan de Empleo Juvenil abrirá la puerta de entrada al mercado laboral de los más jóvenes, ayudándoles en sus inicios empresariales y eliminando las trabas para el acceso a los créditos en caso de que deseen emprender un negocio por cuenta propia.
Además, han afirmado que potenciarán la movilidad laboral de este colectivo, facilitando el aprendizaje y la formación en otros países y han anunciado el acuerdo con una región alemana donde estudiantes castellanomanchegos de Formación Profesional podrán realizar prácticas en empresas y recibirán una dieta de manutención y una pequeña ayuda de la Junta para costear algunos gastos de estancia.