La Secretaría de Estado de Cooperación Internacional “incentivará la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) y concederá prioridad a aquellas empresas con mejores prácticas en este terreno a la hora de establecer sus alianzas”.
Así lo ha anunciado el director general de Planificación y Evaluación de Políticas para el Desarrollo, Javier Cortés, quien detalló los puntos principales del tercer Plan director de la Cooperación Española durante una jornada sobre RSC y Ayuda al desarrollo organizada por Economistas sin Fronteras en Madrid.
Según Cortés el 70% de los flujos económicos mundiales proceden del sector empresarial, por lo que su implicación en la lucha contra la pobreza resulta imprescindible. De ahí se deriva la apuesta de la AECID por impulsar las alianzas público privadas y los principios de la RSC dentro de la cooperación.
Por su parte, el coordinador de la Plataforma 2015, Pablo Martínez Osés, destacó que “la ayuda al desarrollo debería vertebrar todas las políticas sectoriales en los países a los que va destinada y determinar los objetivos en cada ámbito (educación, agricultura, etc.)”
Asimismo, ha coincidido con Cortés en la preocupación por que la irrupción del sector empresarial implique “un cambio en las prioridades en la lucha contra la pobreza” y se olvide toda la experiencia acumulada durante 50 años.
Algunas de las oportunidades de la colaboración empresarial son la implantación en los países pobres de principios de RSC (condiciones laborales, derechos humanos, respeto medioambiental, transparencia y buen gobierno); la conversión de empresas especialmente comprometidas en actores de desarrollo social y la implicación de compañías de bandera en la modernización de aquellos sectores donde desarrollan sus negocios, especialmente en áreas estratégicas como las telecomunicaciones, la energía, etc.