Este post es un homenaje a las siete monjas de la orden de San Vicente de Paúl que trabajan dejándose la piel en una de las barriadas más pobres de América Latina, la conocida como Cité du Soleil (Ciudad del sol).
El lugar no hace desgraciadamente honor a su nombre alegre, ya que la tristeza, la pobreza y la inseguridad alejan a propios y extraños de sus callejuelas. Pero existen siete almas entregadas a su servicio, siete columnas en las que se cimienta una nueva forma de vida: las monjas más valientes de Haití.
No temen ni a los huracanes, ni a los disparos ni al abandono. El centro que han creado, el Rosalía Rendú, ha devuelto la vida y la sonrisa para cientos de familias: más de 1.200 niños desfilan todos los días ante sus ojos para poder comer y aprender. Y esto es sólo el principio de una labor que tiene miles de matices y retos diarios, y que desde aquí aplaudimos, respetamos y esperamos tenga todo el apoyo que necesita.