«Los pequeños gestos son los que ahorran energía y lo inteligente es usarla, no gastarla».
Esa acertada afirmación es el lema de una campaña del Ministerio de Industria, por la cuál nos enteramos que se podría obligar a limitar las condiciones de temperatura en el interior de los edificios y locales públicos con el fin de ahorrar energía.
La orden, aún en preparación, será de obligado cumplimiento en oficinas administrativas, tiendas, centros comerciales, restaurantes, bares y cafeterías; así como en teatros, cines, auditorios, salas de exposición, salas de baile o espectáculos y estaciones o aeropuertos.
La temperatura no podrá ser superior a los 21ºC en los recintos con calefacción, ni inferior a los 26ºC en inmuebles refrigerados.
De todos modos, esta norma no afecta a aquellos espacios que necesiten mantener condiciones ambientales específicas o utilicen fuentes de energía renovable o residual para generar frío o calor. Así pues, fin a eso de pasar excesivo calor en invierno o frío polar en verano en edificios públicos. Todo que sea por el bien del medio ambiente.