
Desde aquí nos unimos a todos aquellos que se solidarizan con el terremoto de ocho grados en la escala de Richter que asoló una parte de China hace ahora justamente un año y que causó la muerte a unas 87.000 personas y dejó a más de cinco millones sin techo.
Para que nos hagamos una idea de sus consecuencias, la Federación Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR) no ha dejado todavía de atender continúa a las personas damnificadas por ese terremoto, que asoló concretamente la provincia de Sichuan (China).
Cruz Roja, superada la fase de emergencia, prevé que sus trabajos de reconstrucción y los programas integrados de base comunitaria prosigan en la zona afectada por el seísmo hasta el mismo diciembre de 2010.
La FICR y otros donantes han invertido durante este tiempo más de 475 millones de euros en labores de socorro y de recuperación, que incluyen la construcción de más de 15.000 viviendas, 660 escuelas y más de 2.000 clínicas y hospitales, según informó hoy la Cruz Roja Española.
Por otra parte, el director general de Oxfam Hong Kong, John Sayer nos recuerda:
«Muchos supervivientes de la catástrofe siguen necesitando una ayuda importante, especialmente los más pobres y marginados, que suelen ser las mujeres, los niños, los ancianos, las minorías étnicas y las personas que viven en zonas muy remotas. No todos los supervivientes del terremoto se están recuperando», añadió.
Por otro lado, Oxfam advirtió de el cambio climático ejerce una una presión adicional sobre las personas afectadas por el terremoto.
«Los trabajos de reconstrucción deben hacer frente al cambio climático, su tendencia a intensificar los desastres naturales y su impacto en los medios de subsistencia», apostilló.