Asia se ha proclamado como la dueña y señora de los techos vegetales, descubriéndonos al resto del mundo los efectos beneficiosos de estos espacios verdes que tan lejos quedan del suelo.
Por ejemplo, si un techo vegetal está bien logrado, es un perfecto aislante, tanto del frío como del calor. Otra ventaja es que ayudan a regular la temperatura y humedad ambiente, retienen partículas de polvo en sus hojas y sustituye superficies de materiales sintéticos y seguramente más tóxicos ¡por un manto verde lleno de vida!
Pues bien, poco a poco esta idea va prosperando por el resto de los países, y evidentemente que Estados Unidos ha tomado nota. Te pongo un ejemplo: el Servicio Postal de Estados Unidos ha inaugurado un techo vegetal ecológico en una de sus oficinas de clasificación de Manhattan (Nueva York).
Con una extensión cercana a los 205.000 metros cuadrados, se trata del mayor techo vegetal de la ciudad de los rascacielos, y uno de sus principales beneficios es que reducirá el flujo de aguas residuales al alcantarillado neoyorquino en caso de tormenta hasta un 75% durante el verano, y un 35% en invierno.
La iniciativa se enmarca en la política de la agencia federal de correos estadounidense de hacer más ecológicas sus oficinas e infraestructuras, que contempla, entre otras medidas, el uso de componentes para la construcción renovables y respetuosos con el medio ambiente, de iluminación de bajo consumo y energía solar.