Unos gigantes bloques de hielo de hasta 250 metros de longitud dispararon las alarmas de las autoridades de Nueva Zelanda, que han dado la alerta a los buques que navegan por la zona. Estas masas de hielo provienen de la Antártida, de donde se desprendieron debido a la subida de temperaturas provocada por el calentamiento global.
Hace un par de semanas, los científicos de la isla australiana de Macquarie divisaron más de un centenar de icebergs, que empujados por la corriente del mar avanzan uno o dos kilómetros por hora hacia las costas de Nueva Zelanda.
Afortunadamente, las imágenes por satélite han permitido comprobar que las masas de hielo se deterioran a medida que se alejan de la Antártida. A pesar de que han sobrepasado las islas de Auckland y se encuentran a 450 kilómetros de la mayor isla de Nueva Zelanda, la isla del Sur.
No es la primera vez que un fenómeno medioambiental ocurre. En 1931 se dio un caso, y en 2006 varios icebergs se derritieron cuando estaban a 25 kilómetros de la isla del Sur.