Quedan pocos meses para que entre en vigor la nueva Ley de Residuos, que sustituirá a la vigente de 1998. Una normativa que debe aprobarse antes del próximo mes de diciembre para cumplir con los plazos establecidos desde Europa, ya que transpondrá la Directiva Marco de Residuos.
Como todos sabemos, la reforma de la Ley de Residuos será el marco que regule la generación y gestión de residuos en los próximos años y en ella se basarán las comunidades autónomas para elaborar sus propias legislaciones.
Por este motivo, cinco organizaciones ecologistas, aprovechando el periodo de participación pública para pedir al Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino que priorice el reciclaje en lugar de lo que ellos llaman el «usar y tirar».
Las entidades son Ecologistas en Acción, la Fundación Catana para la Prevención de Residuos y el Consumo Responsable (FPRC), el Centro de Ecología y Proyectos Alternativos (CEPA), Ecologistas de Cataluña y Amigos de la Tierra. Todas ellas aseguran:
«Será fundamental para encaminar a nuestro país hacia una sociedad del reciclaje, con la mínima generación e impacto de sus residuos, o al contrario, para seguir fomentando la insostenible sociedad del usar y tirar «.
Las cinco organizaciones afirman que el actual borrador presenta «serias carencias» porque no fomenta la reducción de los residuos y no pone medidas para acabar con «el derroche actual» de los recursos naturales.
Además, subrayan que tampoco plantea sistemas alternativos a la gestión actual de residuos, a pesar de que muchos de los métodos empleados han demostrado su ineficacia, como «la nefasta gestión de los envases que realiza Ecoembes».
Por ello, estas organizaciones han presentado alegaciones al documento, como un 3% de reducción anual y un 5% de reutilización, parar un 30% de reducción y el 50% de reutilización de los recursos en 2020.
Sobre la gestión de residuos, las entidades ecologistas reclaman que, salvo en casos excepcionales, se respete la jerarquía marcada por la UE (reducción, reutilización, valorización material, valorización energética y vertido), con el fin de que los materiales no sean incinerados y sí reciclados.
Además, proponen la combinación del contenedor amarillo con un sistema de depósito y retorno, como ocurre en Alemania o los países escandinavos, y se reduzcan las bolsas de plástico de un solo uso en un 70% para 2013.