El cambio climático aumenta los casos de malaria en aves

Un gorriónDice el refrán que “no te acostarás sin saber una cosa más”. Y yo hoy me iré a la cama habiendo aprendido que la malaria, enfermedad producida por parásitos del género ‘Plasmodium’, no solo afecta a los humanos sino también a las aves.

Y es que, por lo visto, está aumentando el número de casos de malaria en algunas especies de aves como gorriones, carboneros comunes o currucas capirotadas. ¿El culpable? Parece ser incremento de las temperaturas; este dichoso cambio climático.

De ello ha alertado la Estación Geológica de Doñana en un estudio publicado en el Global Change Biology que, por cierto, también lo ha reseñado The Economist. Resulta que la estación ha realizado una investigación a partir de la revisión de más de 40 estudios de los últimos 70 años sobre casos de malaria en 3.000 especies de aves.

En este sentido, Laszlo Garamszegi, autor de la investigación, ha constatado que antes del año 1990, cuando las temperaturas globales eran más frías, la prevalencia de malaria en gorriones era de un 10%, cifra que ha aumentado a un 30% en estadísticas de años recientes.

En el caso del carbonero común, la prevalencia de la enfermedad era menor al 3% antes de 1995, pero se ha observado un aumento hasta el 15% en estudios actuales. Para los investigadores, “todo indica que los últimos 20 años han sido el escenario de un dramático incremento de la presencia de este parásito en varias especies de aves”.

Parece ser que el aumento de las temperaturas produce unas condiciones de calor y humedad que facilitan la reproducción del mosquito portador del parásito de la malaria. Sin embargo, la investigación no ha aportado datos suficientes sobre cómo el cambio climático puede afectar a la salud de los humanos. Pero los datos hallados sugieren que, al menos en aves, existe “un problema real”.

Por otro lado, se ha comprobado que los efectos del calentamiento no han sido iguales en todas las regiones. Por ejemplo, en Asia y América las aves sufrieron menos infecciones que en África y Europa.

Por ello, Garamszegi, el autor de la investigación recuerda que la malaria ha devastado ya un buen número de ejemplares nativos de Hawai y que está empezando a causar estragos en Nueva Zelanda. En este sentido alerta de que:

“Urgen medidas conservacionistas que ayuden a estas especies a sobrevivir en medio del calentamiento global”.