
Los resultados de una encuesta internacional revelan que la mayoría de los españoles (71%) tendría interés en conocer si padece la enfermedad de Alzheimer, antes incluso de padecer los primeros síntomas.
El estudio, realizado en Estados Unidos y cuatro países europeos (Francia, Alemania, España y Polonia), ha sido diseñado y analizado por Alzheimer Europa y la Escuela de Salud Pública de Harvard.
Los resultados a nivel global revelan que más del 85% de los encuestados en los cinco países estudiados afirman que si presentaran confusión y pérdida de memoria, les gustaría saber si la causa de estos síntomas es la enfermedad de Alzheimer. Más del 94% desearía lo mismo si un miembro de su familia presentara estos síntomas.
Estos resultados se han presentado en la Conferencia Internacional de la Asociación del Alzheimer de 2011 (AAIC 2011), que tuvo lugar en el mes de julio y hemos querido resumiros las conclusiones.
En cuatro de los cinco países, entre ellos España, la enfermedad de Alzheimer era el segundo mayor temor relacionado con la salud después del cáncer. Se pidió al público que eligiera qué enfermedad tenían más miedo de contraer de una lista de siete enfermedades, que incluía el cáncer, la insuficiencia cardiaca y el ictus. Alrededor de la cuarta parte de los adultos en cuatro de los cinco países afirmó que la enfermedad que más temen contraer es el Alzheimer.
El miedo a esta enfermedad aumenta con la edad, pero incluso los adultos jóvenes están preocupados, y aproximadamente una de cada siete personas entre 18 y 34 años la elige como a la que tienen más miedo a contraer. La encuesta revela que una gran mayoría de las personas ha tenido alguna experiencia con la enfermedad de Alzheimer. La mayoría de los encuestados en los cinco países afirma que conoce o ha conocido a alguien con Alzheimer, aproximadamente siete de cada diez en Francia (72%), Alemania (73%), España (77%) y los Estados Unidos (73%) y un 54% en Polonia.
Además, alrededor de tres de cada diez encuestados tienen alguna experiencia personal con un miembro de la familia con Alzheimer. En concreto, en España esto ocurre en una de cada tres personas (33%), un dato que varía en el resto de países desde el 19% en Polonia hasta el 42% en los Estados Unidos.
Probablemente este elevado nivel de contacto con la enfermedad de Alzheimer ha contribuido a la amplia identificación de los síntomas comunes, como la confusión y la desorientación, que reconocieron al menos el 86% y el 88% de los consultados, respectivamente.
Pocas personas reconocen la gravedad del Alzheimer, pues solo un 40% sabe que es una enfermedad mortal (33-61%). En España, más de la mitad de la población (53%) lo desconoce. De hecho, el Alzheimer es la séptima causa principal de muerte en los países desarrollados y la única causa de muerte entre las diez primeras que no puede prevenirse ni curarse.
Los españoles, los más escépticos sobre la existencia de tratamientos para la EA Muchos de los encuestados piensan que ya existe un tratamiento médico o farmacológico eficaz para reducir la progresión del Alzheimer y aliviar sus síntomas, aunque en el caso de los españoles sólo un 27% cree en la existencia de los mismos (frente al 40% de los franceses, el 42% de los alemanes, el 47% de los estadounidenses y el 63% de los polacos). Además, casi la mitad cree que hay una prueba médica fiable para determinar si una persona que sufre de confusión y pérdida de memoria se encuentra en las primeras fases de la enfermedad del Alzheimer (48% de los españoles).
La encuesta también demostró el interés del público por las pruebas predictivas. Aproximadamente dos terceras partes de los encuestados (71% en España) afirmaron que se someterían a una prueba médica que les permitiera saber si iban a padecer la enfermedad de Alzheimer antes de presentar ningún síntoma.
Heike von Lützau-Hohlbein, presidente de Alzheimer Europa, explica:
«Los resultados demuestran la importancia de ser sinceros con los pacientes al diagnosticar la enfermedad de Alzheimer. Como médico, reconozco lo importante que resulta para las personas antes que nada poner un nombre a todas las incertidumbres de su afección y después tener tiempo para poner sus asuntos en orden. Siempre será difícil recibir un diagnóstico de este tipo, pero los médicos deben permitir que los pacientes y sus seres queridos tomen las medidas adecuadas. Los resultados también muestran que existe un alto nivel de concienciación de la enfermedad de Alzheimer, lo cual es un testimonio del éxito de las numerosas campañas de concienciación coordinadas por las asociaciones contra el Alzheimer».
El Dr. Robert Blendon, profesor de política sanitaria y análisis político de la Escuela de Salud Pública de Harvard, comenta:
«Muchas personas tienen altas expectativas en relación con las posibilidades de las alternativas de tratamiento y las pruebas médicas. Es importante que los médicos hablen con los pacientes sobre las opciones de tratamiento y las pruebas que están o no disponibles».
Florence Lustman, coordinadora del plan de Alzheimer francés, destaca:
«El Alzheimer es una enfermedad mortal que afecta a la vida de la mayoría de las personas en algún momento. Una de las principales prioridades del Plan de Alzheimer francés es el diagnóstico precoz, y los resultados de la encuesta refuerzan este enfoque. Las conclusiones demuestran que el público desea mayoritariamente recibir un diagnóstico».