
Decía el dramaturgo inglés Ben Jonson que el aplauso de un solo ser humano puede tener grandes consecuencias. Si hacemos caso a sus palabras, es difícil imaginar entonces cuánta grandeza hay en La Luciérnaga, el grupo de teatro de la ONCE que forman en su mayoría actores ciegos y con discapacidad visual y que hace unos días consiguió que un Teatro Calderón lleno hasta la bandera les premiase con más de siete minutos seguidos de ovación al finalizar su actuación.
Pero este triunfo no es flor de un día, puesto que la compañía teatral lleva sobre los escenarios más de 25 años, desde que comenzara su andadura allá por 1984, demostrando que el teatro puede ser una forma de integración y que, como afirma Pipu, uno de sus actores, todas la barreras se superan «con esfuerzo, entusiasmo y tirando pa’lante”.
En 2010, La Luciérnaga se incorporó como grupo de teatro a la Asociación Cultural «El Oso y El Madroño», apoyada por la ONCE, y bajo la batuta de Víctor Duplá obtuvo el primer premio al mejor director, a la mejor iluminación y a la mejor escenografía en el XII Certamen de Teatro Aficionado José María Rodero. Además, en 2011, la compañía fue galardonada con el primer premio en el XII Certamen de Teatro Clásico La vida es sueño.
En la actualidad están representando la obra “Nuestro Pueblo”, una adaptación del estadounidense Thornton Wilder, que narra cómo transcurre el día a día en un pequeño pueblo castellano llamado Rincón de los Sotos, en el que se mezclan existencialismo y realismo mágico.
Pero‘La Luciérnaga no para y ya está trabajando en el montaje de la obra de Chéjov “Historias Mínimas”, con la que, según declaran sus protagonistas, “esperan dejar un reguero de luz sobre los escenarios españoles”.