Una novela para que los jóvenes ‘vean’ la realidad de la ceguera

 

Los autores de 'Cierra los ojos y mírame', Ana Galán y Manuel Enríquez.
Foto: Jorge Villa Bolaños

Ana Galán y Manuel Enríquez tienen muchas cosas en común. A ambos les gustan los animales, los dos estudiaron Veterinaria y también coinciden en haber escrito varios libros. Ahora han coincidido en ‘Cierra los ojos y mírame’ (Editorial Destino), una novela para jóvenes que han realizado conjuntamente y en la que se reúnen todas sus pasiones. El hilo conductor de este libro repleto de valores y que tiene una fácil lectura es el adiestramiento de los perros guía.

A lo largo de capítulos en los que alternan sus voces desenredan la historia de Blanca y David, dos jóvenes que cuentan con una compañía muy especial, Kits, un perro guía clave en esta historia de superación, amor y esperanza.

Desde hace unos tres años y medio, Ana trabaja como voluntaria criando perros guía para ciegos en Guiding Eyes for the Blind, una ONG de Nueva York. Conoció a Manuel Enríquez, que ha sido coordinador técnico de la Fundación ONCE del Perro Guía, gracias a una consulta telefónica que hizo a la ONCE.

A partir de entonces no han parado de intercambiarse correos electrónicos y reunirse virtualmente para salvar las distancias. Hace algunas semanas, Ana y Manuel se han conocido en persona gracias a la promoción de ‘Cierra los ojos y mírame’, un trabajo que han logrado llevar a término a pesar de la distancia y gracias a las nuevas tecnologías. Manuel, ciego desde que tenía 28 años por una enfermedad, escribe gracias a las adaptaciones con las que cuenta su ordenador.

Nuestro objetivo principal era entretener, formar y un poco también informar. Cuando yo estaba en la Escuela de Perros Guía una de las preguntas más frecuentes que nos hacían era cuál es el proceso que sigue un cachorro de dos meses para convertirse en perro guía. Y cuando Ana me propuso la idea pensé que era un buen momento para contarlo todo

El escritor ha puesto voz al protagonista masculino, David, con quien se identifica. De hecho, como le ocurrió a él, el joven de la novela tiene que aprender a manejarse en un mundo a oscuras, en el caso de David a raíz de un accidente de tráfico. Manuel añade:

Lo que queremos presentar a los jóvenes es una realidad: los ciegos existimos, a los ciegos no hay que tenernos miedo, somos personas normales y corrientes, y en algunos casos hasta vulgares, y la ceguera se puede presentar de repente. También queríamos presentarles los riesgos de ser irresponsables, la historia de los perros guía y que pasen un rato entretenido

La experiencia ha sido dura y divertida además de tremendamente enriquecedora. Ana Galán se ocupó de la parte de Blanca y él de la de David. Ambos tenían experiencia literaria previa. Ana ha publicado varios títulos de literatura infantil y juvenil y libros de humor para adultos. Manuel ha escrito cuentos y una de sus obras resultó finalista de los Premios Tiflos de la ONCE.

Ana también percibe el libro como un instrumento para derribar muchos tópicos sociales que hay en torno a la discapacidad:

Hace muchos años en mi colegio no había nadie con discapacidad. La discapacidad se escondía. No estaban integradas estas personas. Los problemas físicos se escondían, eran de personas que pertenecían a otro mundo. Y, de repente, cuando te encuentras con estas personas no sabes reaccionar. Mis hijos, ahora mismo, en su colegio de Estados Unidos, conviven con personas con discapacidad. Eso es algo fundamental, porque todos formamos parte de una misma sociedad. Y si no los incluimos estamos creando una realidad falsa. La gente joven, si no tiene una relación con una persona con discapacidad, no debe tener miedo a acercarse y a aprender. Hay voluntariados que dan esa oportunidad, porque son, en primer lugar, personas

El mundo de la ceguera y los perros guía

Ana Galán y Manuel Enríquez posando con su libro
Foto: Jorge Villa Bolaños

De todo ello versa ‘Cierra los ojos y mírame’, la historia de Blanca y David, que a través de capítulos cortos van alternando sus perspectivas sobre el mundo de la ceguera y la formación de los perros guía.

Ambos se conocen gracias a Kits, un perro que Blanca acoge en su casa para que un día ayude a una persona ciega. El usuario acaba siendo David, un joven con quien conecta de una forma muy especial, que tiene que seguir estudiando, saliendo con los amigos y viviendo después de perder la vista.

Aparte de ser una historia entretenida, Manuel anima a leer el libro porque con él se pretende abrir los ojos a los jóvenes a una realidad que existe:

Es una historia en la que los chavales van a aprender los sistemas que tenemos los ciegos que perdemos la vista de mayores para salir adelante y en la cual van a aprender que cualquier cosa es posible si se ponen ganas y empeño

Ana, por su parte, aconseja sumergirse en esta obra por un doble motivo:

Porque es una historia que habla de una realidad que probablemente los jóvenes no conozcan y que seguramente les interese

De hecho, conocer las claves del adiestramiento de perros guía –labor que realizan con brillantez tanto Guiding Eyes for the Blind o la ONCE– o cómo superan las barreras las personas con discapacidad y las de su entorno ya son dos asuntos interesantes.

Pero, además de ofrecer valores y enseñanzas, el libro también es un homenaje a quienes se dedican a preparar a esos perros y a las personas que demuestran al mundo que ser ciego no es un impedimento para tener una vida normal y feliz.

Por propia experiencia saben que el camino no es fácil. De ahí el acertado consejo de Manuel:

Lo primero que le diría a cualquier persona, tenga o no discapacidad, que quiera emprender un proyecto de estudios o literario, es que ponga los pies en el suelo, y que compruebe si está capacitado y que ponga toda su alma y todo su corazón en lo que va a emprender. Le va a costar mucho trabajo, porque los que tenemos problemas de vista, o alguna discapacidad vamos a tener que poner un plus, pero si se pone ilusión y ganas y, por qué no, la colaboración de la gente, al final lo consiguen