
Rigidez, temblor, lentitud (bradicinesia), deterioro del equilibrio, etc. son síntomas característicos de la enfermedad del Parkinson que merman considerablemente la calidad de vida de los pacientes.
Estos síntomas se van presentando de forma progresiva, de ahí que los profesionales dedicados al estudio de esta enfermedad coincidan en la importancia del diagnóstico precoz como un elemento fundamental en el tratamiento de esta enfermedad.
Con el objetivo de analizar los últimos hallazgos y los nuevos enfoques en el abordaje del Parkinson, se reunieron recientemente en Madrid 150 especialistas nacionales e internacionales en trastornos de movimiento en el II Foro de debate 2012 del Fórum UCB Trastornos del Movimiento.
En este encuentro su director, el doctor José Ángel Obeso, declaró que era fundamental entender la vulnerabilidad de algunos grupos neuronales para comprender mejor la evolución del Parkinson y contribuir así a la valoración de la intervención terapéutica más eficaz. Según lo explico el también profesor y consultor de Neurología de la Clínica Universitaria de Navarra:
Es necesario entender por qué algunos grupos neuronales son tan vulnerables y se ven afectados de forma precoz. Una vez que comprendamos esto, se podría intentar detener la progresión del proceso degenerativo de la enfermedad.
En esta jornada se habló asimismo de la neuroimagen como una herramienta clave para entender el proceso degenerativo de esta enfermedad. En este sentido, el doctor Obeso explicó que más que centrarse en medir la cantidad de dopamina en el estriado “el verdadero avance consistiría en medir los agregados intraneuronales de sinucleina”, lo cual permitiría medir la extensión y el grado de progresión de la enfermedad.
Estos avances en la investigación resultan muy positivos ya que se estima que en nuestro país esta enfermedad afecta a unas 150.000 personas, siendo la segunda patología neurodegenerativa en prevalencia e incidencia en España.