
Ayudar a las 155 personas que han sobrevivido al naufragio de una frágil embarcación que trataba de alcanzar la isla italiana de Lampedusa desde el norte de África es el principal objetivo de la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) desde que se produjo el trágico suceso, el pasado 3 de octubre.
Hasta el momento se han recuperado 287 cadáveres, aunque puede que esta cifra se incremente en las próximas horas, porque se sabe que en el barco hundido viajaban unas 500 personas y por tanto se teme que haya más cuerpos atrapados entre los restos del barco en el fondo del mar.
Todos los supervivientes son de origen eritreo a excepción de un tunecino, según los datos que maneja Acnur, cuya portavoz, Melissa Fleming, asegura que entre los supervivientes hay 40 menores no acompañados de entre 14 y 17 años y seis mujeres.
Otros siguen desaparecidos, probablemente atrapados entre los restos del barco. Las personas que han muerto probablemente no sabían nadar o habrían quedado atrapadas en la bodega del barco, que se encontraba atestada
De momento, los supervivientes están siendo acogidos en un centro de recepción que se encuentra saturado y que ya alberga a unas 1.000 personas que también han llegado recientemente por vía marítima. Los técnicos de Acnur están prestando asistencia y asesoramiento sobre el procedimiento de asilo, mientras que Cruz Roja está ofreciendo atención psicosocial.
Acnur reclama medidas urgentes
A la luz de la tragedia ocurrida en Lampedusa, Laurens Jollens, representante de Acnur en Italia, ha pedido al gobierno de aquel país soluciones urgentes para mejorar las condiciones de acogida no sólo para los supervivientes del naufragio del jueves pasado, sino también para todas aquellas personas que se han visto obligadas a huir de la guerra y la persecución y que llegan a territorio italiano en busca de protección.
A juicio de Acnur, aunque sea necesaria una mayor implicación por parte de la Unión Europea en la gestión de los flujos migratorios mixtos, es importante que las autoridades italianas pongan en marcha de inmediato algunas medidas urgentes para superar el actual enfoque de emergencia hacia el fenómeno migratorio.
En primer lugar, según la Agencia para los Refugiados, es necesario renovar el centro de primera acogida de Lampedusa, cuya capacidad debe volver a ser para 850 personas, ya que actualmente se encuentra reducida a 250 después de que un incendio destruyera parcialmente el centro de recepción en septiembre de 2011. La limitada capacidad del centro y las recurrentes condiciones de saturación se traducen hoy en día en unas condiciones inadecuadas de acogida y unos servicios que no cumplen los estándares de la UE.
La situación de extrema degradación en que se encuentra el centro de acogida en estos momentos, con familias enteras forzadas desde hace tres días a dormir al raso bajo la lluvia, es completamente inaceptable, según Acnur, organismo que se señala que este centro está dedicado a la asistencia de emergencia, primera acogida y tránsito.
Por eso, recuerda que los inmigrantes y solicitantes de asilo, tras recibir los primeros auxilios y asistencia, deben ser trasladados en un plazo de 48 horas a centros mejor equipados de todo el país con el fin de que el centro no se sature ante posibles nuevas llegadas por mar.
¿Qué sucedió en Lampedusa?
Según los supervivientes, el barco partió de Libia con 500 personas a bordo; muchas embarcaron en Misrata, mientras que otras lo hicieron más al oeste, en Zuwara. Relatan que cuando se aproximaban al litoral italiano a primera hora del pasado jueves, el motor del barco se paró a media milla de la costa.
Y aunque varios barcos de pesca pasaron por delante, nadie les ayudó, según cuentan los supervivientes, que prendieron fuego a ropa y mantas para atraer la atención. Por desgracia, la embarcación acabó incendiándose. Finalmente, el barco fue divisado por una embarcación turística que dio la voz de alarma, tras lo que la guardia costera italiana salió en su ayuda.
Ante esta situación, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Antonio Guterres, ha lanzado el siguiente mensaje:
Hay algo que va definitivamente mal en un mundo donde la gente que necesita protección tiene que recurrir a estos peligrosos viajes. Esta tragedia debería servir como una llamada de atención. Se necesita una cooperación internacional más efectiva que incluya medidas energéticas contra la trata y el tráfico de personas, al tiempo que se proteja a sus víctimas. Esto muestra lo importante que es para los refugiados contar con las vías legales para acceder a los territorios donde puedan encontrar protección
Pero lo que realmente hace sentir profundamente frustrado al Alto Comisionado de Naciones Unidas es:
El hecho de que no tengamos instrumentos reales que permitan a las personas que están en necesidad de protección encontrar maneras de acceder a los territorios en los que se les conceda protección, sin tener que utilizar, en muchos casos, las vías del tráfico o la trata de personas, sometiéndose a terribles violaciones de derechos humanos
Si quieres ayudar a mejorar la situación de los refugiados en cualquier parte del mundo, puedes hacerlo llamando al teléfono 902 218 218 o a través de la web de Acnur.