El águila imperial sobrevuela de nuevo el cielo de la Península Ibérica

Ejemplar de águila imperial ibérica
Foto: A. Camoyán/ CENEAM/ MAGRAMA

En 1999, el año en que empezaron los censos oficiales del águila imperial en la Península Ibérica, se contabilizaron 132 parejas. Hoy, 14 años después, nos alegra poder contaros que hemos avanzado en su recuperación hasta alcanzar como mínimo 407 parejas, 396 en España y 11 en Portugal.

Así se ha puesto de manifiesto en la última reunión del Grupo de Trabajo de esta especie, organizada por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama). En concreto, Castilla-La Mancha es la Comunidad Autónoma que alberga mayor cantidad de parejas (al menos 150), seguida de Andalucía (91), Castilla y León, con 56; Extremadura (50) y Madrid, con 49.

Además, se han registrado nuevas áreas de distribución de la especie como las provincias de Zamora, Cádiz y Guadalajara.

Alcanzar la cifra de 407 parejas supone estar a punto de lograr uno de los principales objetivos de la Estrategia de Conservación del Águila Imperial Ibérica, que se puso en marcha en 2001 con el propósito de llegar a las 500 parejas.

Los esfuerzos por recuperar la población 

Las acciones de conservación llevadas a cabo y el adecuado seguimiento y estudio de la especie son los responsables de que se haya recuperado su población. Entre las actuaciones que han resultado más eficaces destacan las de protección y gestión adecuada del hábitat de nidificación gracias a la planificación adoptada para evitar molestias durante los periodos más sensibles de la especie.

Otro pilar para aumentar la supervivencia de individuos ha sido la actividad llevada a cabo para reducir la mortalidad. Nos referimos a cuestiones como la corrección de tendidos eléctricos con características potencialmente peligrosas para la electrocución del águila imperial ibérica, dando cumplimento al Real Decreto 1432/2008 por el que se establecen medidas para la protección de las aves contra la colisión y la electrocución en líneas eléctricas de alta tensión.

También han resultado importantes los trabajos para reducir el impacto de la captura ilegal de depredadores con el uso de cebos envenenados y las labores de alimentación suplementaria a parejas situadas en territorios donde escasean las presas naturales. La rehabilitación de nidos y el rescate de pollos con supervivencia condicionada son otras medidas que han contribuido a la progresiva recuperación del águila imperial.