El 3 de marzo se celebra este año, por primera vez, el Día Mundial de la Naturaleza. La ONU quiere reconocer instaurando esta conmemoración la necesidad de dar a conocer la fauna y la flora silvestre de todo el mundo.
Pero la fecha no se ha escogido al azar, sino que coincide con el día de 1973 en el que se aprobó la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (Cites).
Naciones Unidas, en su 68º Asamblea General, adoptó esta conmemoración en una resolución en la que reconoce ‘el valor intrínseco, de la flora y la fauna silvestres y sus diversas contribuciones, entre ellas contribuciones ecológicas, genéticas, sociales, económicas, científicas, educativas, culturales, recreativas y estéticas al desarrollo sostenible y el bienestar de la humanidad’.
Asimismo la ONU valora ‘el importante papel de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres para asegurar que ninguna especie que vaya a ser comercializada a nivel internacional esté amenazada de extinción’.
El Día Mundial de la Naturaleza nos recuerda la urgente necesidad de intensificar la lucha contra el crimen contra la fauna, que tiene amplias repercusiones económicas, medioambientales y sociales
Por otro lado, el secretario general de la Cites, Jon E.Scanlon, señala que esta conmemoración es ‘una oportunidad ideal para celebrar las muchas bellas y variadas formas de fauna y flora silvestres y de dar a conocer la multitud de beneficios que la conservación proporciona a las personas’.
Por ello, la Asamblea General de Naciones Unidas pide a la Secretaría de Cites que, en colaboración con las organizaciones pertinentes de la ONU, apoye la celebración del Día Mundial de la Naturaleza, ya que considera que esta jornada servirá para ‘celebrar la fauna y flora silvestres del mundo como parte irremplazable del sistema natural de la Tierra y aumentar la conciencia al respecto’.
La Cites, ratificada por 179 Estados, regula el comercio internacional de más de 35.000 especies de plantas y animales, incluyendo sus productos y derivados, garantizando así su supervivencia en el medio natural con beneficios para los medios de subsistencia de las poblaciones locales y el medio ambiente mundial.