
Hoy, en vísperas de Nochebuena, cuando muchos de nosotros tenemos la maleta preparada para volver a casa a con la familia, nos acordamos de todos aquellos que no pueden volver a la suya. Hablamos de los 52 millones de desplazados y refugiados que se han registrado en todo el mundo en lo que va de año, por culpa de los diferentes conflictos que sufren un gran número de países.
Con esos 52 millones de personas hemos alcanzado un triste record, ya que supone una cifra que no se registraba desde la II Guerra Mundial. Así lo revela el presidente de Médicos Sin Fronteras España, José Antonio Bastos, quien asegura que “la espectacularidad y cobertura del ébola” por parte de los medios de comunicación “ha encubierto la enorme brutalidad de este año”, aunque considera que el recrudecimiento de la violencia en el mundo se produjo ya a finales de 2013.
Nos referimos a las guerras civiles de República Centroafricana y de Sudán del Sur, o a la situación que se vive en Siria, donde hace ya tres años que comenzó una guerra civil que deja tras de sí tres millones de refugiados.
Además, el presidente de la organización humanitaria recuerda que en muchas otras zonas del planeta la violencia es la tónica dominante, como sucede en Iraq, República Democrática del Congo o países de Latinoamérica sin una guerra, pero con una alta prevalencia de crímenes, como es el caso de México.
Por su parte, la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) ha mostrado su preocupación por el deterioro de la situación política y de la seguridad en Malí, donde miles de personas siguen huyendo de sus hogares. En este contexto, advierten de que el norte del país se está volviendo cada vez más peligroso debido a la proliferación de grupos armados en la zona.
Y en Nigeria un reciente ataque de Boko Haram en Damassak, una ciudad en el estado de Borno, ha acabado con la vida de 50 personas y ha obligado a unas 3.000 a huir a la región de Diffa, en el vecino Níger; para salvar sus vidas.
Desde aquí esperamos que el 2015 traiga una disminución en el número de refugiados y desplazados y que mejore su situación, con una disminución de los conflictos armados en todo el mundo.