
El ébola ya se ha cobrado 8.600 fallecidos y la cifra se eleva a más de 21.700 personas si hablamos de afectados, según Cruz Roja Española. Pero la epidemia también ha tenido, y tiene, graves repercusiones en el desarrollo económico de países afectados como Guinea, Sierra Leona y Liberia.
Así lo señala un reciente estudio del Banco Mundial que también explica que el estigma y el miedo al contagio afectan a la creación de asociaciones, cierran lugares de empleo, interrumpen los transportes, provocan el cierre de fronteras, etc.
Y es que, alrededor de un 20% de la población de Sierra Leona y Liberia sufrirá un importante deterioro en la cantidad y calidad de su dieta pero también en los países limítrofes ya que, si la situación no se controla, en los próximos meses podría incrementarse el riesgo de inseguridad alimentaria, explica Cruz Roja.
Por su parte, Oxfam Internacional aboga por la puesta en marcha de un ‘plan Marshall’ multimillonario para ayudar a los países más afectados por el ébola a recuperarse de la epidemia.
En opinión de esta ONG, la clave para el éxito de cualquier plan de recuperación está en abordar tres áreas críticas: ayuda económica inmediata para las familias afectadas, promoción del empleo y financiación de servicios sociales básicos como sanidad, educación, acceso al agua y saneamiento.
Al hilo de esta cuestión, Oxfam pide que se celebre una conferencia internacional de donantes en la que se acuerden planes de recuperación con el apoyo de los países ricos para ayudar a los afectados a recuperar su vida y así lo señala Winnie Byanyima, directora ejecutiva de Oxfam Internacional:
La gente necesita disponer de dinero ahora y empleos para poder alimentar a sus familias en el futuro, así como acceso a una sanidad, una educación y a otros servicios sociales de calidad
Un estudio que dicha organización ha llevado a cabo en tres condados de Liberia concluye que el 73% de las familias han visto como sus ingresos ha disminuido, con una reducción media de un 39%.
Asimismo, la investigación revela que el 60% de las personas afirmaba no haber tenido alimentos suficientes que comer durante los últimos siete días. Una de cada cuatro señalaba que esto se debía a una disminución de sus ingresos y una de cada cinco, al elevado precio de los alimentos.
En conclusión, las ONG instan a los Estados a evitar que el ébola se cobre también el futuro de los supervivientes.