Recientemente se han hecho públicos dos informes de la Comisión Europea en colaboración con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma). Ambos abogan por un cambio radical de la manera en que usamos unos recursos escasos. Pero, detengámonos en pormenores.
El primer informe indica las inmensas posibilidades que hay de aumentar los porcentajes de reciclado de los metales. Y es que resulta que “solo 18 metales se reciclan más del 50 %, mientras que la mayoría no alcanza siquiera un porcentaje de reciclado del 1 %”.
Por otra parte, el segundo informe, que fue presentado por primera vez en la Comisión de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, destaca la necesidad de una disociación radical a fin de evitar una crisis mundial de recursos para 2050 y formula hipótesis científicas sobre el futuro consumo de esos recursos.
En este sentido, los informes, que han sido reunidos por el Grupo de Expertos Internacional sobre Recursos, instan a los legisladores y responsables políticos a estudiar cómo reducir el consumo de recursos y aumentar el reciclado. Además, resulta que su publicación pretender preparar el terreno para el próximo plan de la Comisión de cara a una Europa eficiente en recursos.
Según Janez Potočnik, comisario de Medio Ambiente, estos informes indican la “urgente necesidad de adoptar una economía eficiente en el uso de los recursos” y definen los “enormes retos que nos esperan”. Potočnik confía en que:
“Podremos estar a la altura de las circunstancias, ya que la Comisión está ultimando un plan de cara a una Europa eficiente en recursos, el cual establece un programa de transformación y prepara el terreno para las próximas medidas. Ahora nos hace falta entablar un diálogo con los Estados miembros, porque se necesitará tomar importantes decisiones en ámbitos tales como la reforma fiscal y la eliminación de subvenciones ineficientes. Me congratulo del llamamiento en favor de un mayor hincapié en el reciclado”.
Por su parte, Achim Steiner, director ejecutivo del Pnuma ha declarado que:
“Conseguir un crecimiento económico sostenible y crear empleos de modo que se mantenga la huella ecológica de la humanidad dentro de los límites del planeta representan un reto para esta generación”.
Asimismo, Steiner opina que:
“Podemos lograr tanto un crecimiento económico con sostenibilidad como el bienestar humano y medioambiental. Disociar el crecimiento y el uso de los recursos naturales subyace a ese desafío y será fundamental para realizar la transición hacia una economía ecológica eficiente e hipocarbónica”.
Pero para ello parece necesario fomentar la innovación, inclusive en materia tecnológica, fiscal y organizativa, mediante políticas públicas inteligentes y que miren al futuro en apoyo de las aspiraciones de siete mil millones de personas, las cuales sumarán 9 000 millones para 2050, tanto en los países desarrollados como en los que se encuentran en vías de desarrollo.
Y es que es cierto lo que apunta el director ejecutivo del Pnuma: Europa tiene un papel fundamental que desempeñar a la hora de crear las asociaciones transformacionales y los acuerdos de cooperación que velen por un acceso justo y equitativo a los recursos para todos en todo el mundo.