
Tal vez no sepas que la sopa de aleta de tiburón es un manjar habitual en bodas, banquetes y reuniones de negocio en muchos países del mundo. Un cuenco de sopa puede llegar a costar hasta 100 dólares y, por este motivo, las aletas están muy cotizadas en los mercados.
Como la carne de este animal no es tan buena como la de otros peces y sus cuerpos abultan mucho y quitan espacio de cargamento en los barcos, lo que hacen muchos pescadores es cortarles las aletas en la cubierta para después tirarlos de nuevo al agua, en ocasiones aún vivos, para que se desangren y mueran.
Se calcula que cada año se cercenan entre 26 y 73 millones de tiburones. La Unión Europea es el mayor exportador de aletas de tiburón a Hong Kong y la China continental.
Esta brutal práctica que la organización Oceana lleva denunciando durante mucho tiempo ha sido por fin objeto de debate en el Parlamento Europeo, cuyos miembros han apoyado recientemente la prohibición estricta del ‘finning‘ de tiburón en aguas de la Unión Europea y barcos de la UE en todo el mundo.
El informe aprobado en Bruselas recomienda solucionar diversos vacíos legales en la actual legislación europea sobre ‘finning’, derogando una exención que permitía a algunos buques cercenar las aletas cuando aún estaban navegando.
En palabras de Xavier Pastor, director ejecutivo de Oceana Europa:
El voto de la Comisión de Pesca envía un potente mensaje a todo el Parlamento: la UE, la primera potencia mundial en capturas de tiburón, debe dar ejemplo al resto del mundo con su política de ‘finning’
Y este mensaje ya ha surtido efecto, porque las Naciones Unidas se han sumado al llamamiento mundial para eliminar el ‘finning’ de estos animales. El nuevo Plan para la Conservación Mundial de los Tiburones, adoptado en Bonn, recomienda una medida clave para abordar el problema del finning o aleteo: que la legislación obligue a que los tiburones se almacenen a bordo y se desembarquen con las aletas adheridas de forma natural.
Ante esto, Xavier Pastor destaca que:
Hay una abrumadora cantidad de organismos internacionales, organizaciones de gestión pesquera, países que capturan tiburones y científicos que coinciden en que el único modo de garantizar que no se practique ‘finning’ es a través de leyes que prohíban que los barcos cercenen las aletas de tiburón en el mar
El responsable de Oceana añade:
Las políticas de aletas adheridas, como la que actualmente debate el Parlamento Europeo, son una solución simple y efectiva a esta grave amenaza para los tiburones
Aunque el ‘finning’ lleva teóricamente prohibido en la UE desde 2003, las lagunas legales hacen que la actual legislación sea extremadamente difícil de aplicar. El Parlamento Europeo debate actualmente una propuesta para cerrar esas lagunas y que todos los tiburones sean desembarcados con las aletas adheridas. La votación final está prevista para noviembre.
¡Estaremos pendientes del desenlace de esta historia para contártelo, mientras esperamos un final feliz para los tiburones!