Las características climatológicas y biogeográficas de la Península Ibérica provocan que, en ocasiones, distintos fenómenos meteorológicos se manifiesten con una intensidad extrema, lo que se traduce en importantes catástrofes naturales.
Por ello y con el objetivo de estudiar y vigilar las medidas relativas a cualquier adversidad climática o medioambiental no común se ha creado la Comisión permanente para situaciones de adversidad climática.
Pero, ¿cuál es la función de este órgano? Pues su objetivo será centralizar y coordinar el seguimiento de las medidas adoptadas en el ámbito del sector agrario, pesquero, forestal y medioambiental en esas situaciones en las que los fenómenos meteorológicos afecten de una manera brusca a los ecosistemas y la biodiversidad de nuestro país, pudiendo ocasionar importantes pérdidas en la economía española.
Para la consecución de este objetivo, la Comisión tomará una serie de medidas, como por ejemplo, el análisis, la evaluación e información de las situaciones de adversidad climática o medioambiental que se puedan dar o el estudio de las medidas preventivas y paliativas en este aspecto.
También es importante la canalización de las relaciones con las organizaciones de los sectores afectados, así como con los órganos competentes de las comunidades autónomas implicadas. Asimismo, también participará en las comisiones interministeriales creadas con motivo de las catástrofes naturales.
Para llevar a cabo estos objetivos, la Comisión estará compuesta por un presidente, que será el subdirector general de Análisis, Prospectiva y Coordinación del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente y 10 vocales, entre los que se encuentran miembros de la Agencia Española de Meteorología (Aemet) y varios miembros nombrados por el secretario general de Agricultura y Alimentación, de Medio Ambiente y de Pesca.