Sensor de huella digital ¿seguridad o riesgo?

Samsung declaró abiertamente la intención de convertir los sensores biométricos en un elemento indispensable en todos los modelos y todas las gamas de sus dispositivos móviles, incluyendo tabletas y smartphones.

Dos son las tecnologías emergentes en las que Samsung está invirtiendo con más fuerza como parte de su pugna por incrementar su cuota en el mercado de los smartphones: los dispositivos wearables y los sensores biométricos. Ambos están íntimamente relacionados con el deporte y las ciencias de la salud.

Rhee In-jong, vicepresidente senior de Samsung, ha declarado en una conferencia ofrecida a analistas e inversores que su compañía está examinando «diversos tipos de mecanismos biométricos», incluyendo sistemas de reconocimiento de iris. Este tipo de elementos estarían en la mente de «todo el mundo» dentro de Samsung, según las palabras del ejecutivo.

Samsung, que ya integra un lector de huellas dactilares y un pulsómetro en el Galaxy S5, espera que este tipo de funciones avanzadas de reconocimiento de usuario le permitan ganar nuevos adeptos en el mercado empresarial, donde no ha conseguido hacerse el hueco que esperaba con la plataforma de seguridad Knox. Es por ello que Samsung piensa impulsar la adopción de este tipo de tecnologías incluyéndolas en teléfonos más asequibles y por tanto de mayor difusión.

Pero incluir un sensor biométrico de bajo costo en equipos económicos no necesariamente garantiza que el sistema sea inviolable. ¿No sería sencillo tener uno de ellos en la puerta de nuestro hogar? Grandes empresas seguramente harán pruebas arduas en los equipos que presente Samsung en 2015-2016 y que ostenten este sistema de seguridad enlazado con KNOX antes de arriesgar millones de dólares en información confidencial que podría caer en malas manos.

Además, recordemos que sigue vigente el debate sobre lo “indeleble” que pueden resultar los registros biométricos en el mundo digital. Expertos en tecnología aseguran que estos son imborrables, y tal como una base de datos del extinto IFE robada, si llega a las garras de una persona maliciosa, podría robar nuestra identidad no solamente en nuestro teléfono, sino en bases de datos de mayor peso y riesgo.