El deporte es, sin duda, una de las herramientas indispensables para garantizar la integración social de las personas con discapacidad. Teresa Silva era miembro de la Selección Española de Parapente, cuando en 1989 sufrió un accidente que cambiaría su vida y, sin saberlo todavía, la de muchas personas.
Aquella caida entrenando no fue capaz de minar su pasión por el deporte y en 1998 decidió que el esquí alpino para personas en silla de ruedas era su disciplina favorita.
En enero de 2000, después de realizar varias entrevistas con diferentes empresas, y gracias al apoyo de varios patrocinadores, Teresa creaba el Equipo Santiveri de Exhibición y Competición de Esquí Alpino Adaptado, con el objetivo de institucionalizar la divulgación de este deporte.
A partir de entonces, y apoyada con una difusión masiva a través de los medios de comunicación, se empezó a estudiar la posibilidad de seguir buscando patrocinios para desarrollar y ampliar este tipo de iniciativas hacia otras actividades deportivas adaptadas. Se daba paso así a una iniciativa más ambiciosa: crear la Fundación También, cuya constitución se firmaba en diciembre de 2000 y que ha conseguido crear todo un abanico de posibilidades para que una parálisis, una ceguera o un problema motor no sean ya un problema a la hora de atreverse con el ejercicio físico.