Caminar, correr, saltar. Respirar. El ejercicio es bueno para todos. Incluso necesario. En Estados Unidos, una guía presentada por el propio gobierno recomienda a todo el mundo practicar ejercicio físico. Incluso las personas mayores deberían dedicar dos horas y media semanales a esta actividad.
Dicen los expertos norteamericanos que más del 59% de los adultos no realiza la suficiente actividad física y una cuarta parte es completamente sedentaria en su tiempo libre. De ahí que se pusieran manos a la obra para elaborar una guía con recomendaciones o lo que algunos llaman la nueva pirámide del ejercicio físico, ya que pretende convertirse en un equivalente de la pirámide alimenticia, donde quedan plasmados los consejos nutricionales para mantener una dieta adecuada.
En la nueva pirámide aparece, justo en la cúspide, el mensaje “reducir la inactividad”, acompañado por la ilustración de un sillón y una televisión. Una recomendación ya habitual para los sedentarios y apacibles amantes del mando a distancia, entre otros. La siguiente franja, un poco más ancha, la ocupa el “fortalecimiento y estiramiento”, que se debe practicar unas dos o tres veces por semana. A continuación, con una frecuencia de 3-5 veces a la semana, hay que llevar a cabo cierta actividad aeróbica. Y finalmente, en la base de la pirámide se encuentra el mensaje definitivo: Aumentar la actividad física durante unos 30 minutos casi todos los días.
¡Parece sencillo! Son normas básicas, fáciles ¿quién no dispone de media hora diaria para, por ejemplo, dar un paseo? ¿O bien un par de horas semanales para practicar algún deporte más o menos tranquilo? Sin embargo, luego resulta un mundo alcanzar los objetivos: Levantarse del cómodo sillón, cambiar el atuendo casero por un modelo más deportivo y poner los pies en marcha, uno tras otro, hasta caminar, correr… Es cuestión de proponérselo.