El negocio de otros

Lograr que las mujeres inmigrantes que ejercen la prostitución, la mayoría de ellas por obligación o engaño, abandonan este ‘trabajo’ es una labor difícil, pero obligada, un paso más en la integración social de estas personas, que lo son, como cualquier otra.

La Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención a la Mujer Prostituida (APRAM) atiende diariamente en Madrid a cerca de 240 mujeres inmigrantes que quieren abandonar la prostitución, según datos facilitados por el consejero de Inmigración y Cooperación de la Comunidad de Madrid, Javier Fernández-Lasquetty.

El consejero ha visitado el proyecto que el Gobierno regional desarrolla en colaboración con APRAM, entidad con la que la Consejería de Inmigración y Cooperación trabaja desde 2003 con una financiación total de 194.000 euros.

En la actualidad, la unidad móvil de APRAM atiende a cerca de 240 personas al día y ha conseguido que se inicien 362 nuevos expedientes en su centro de acogida a lo largo de 2008. Estos expedientes corresponden a mujeres que, a través de los servicios que APRAM ofrece, pretenden salir de la prostitución a la que muchas de ellas han sido inducidas.

A día de hoy, el centro de acogida atiende de manera permanente a 25 mujeres provenientes principalmente de Rumania, Brasil, Rusia, Uganda y Paraguay. La mayoría de las personas atendidas son menores de 22 años que requieren acompañamiento y apoyo en la realización de la denuncia, gestión de documentación y cobertura médica, tramitación del permiso de residencia por causas excepcionales y gestión del retorno voluntario.