A mediados de octubre comenzó a llover intensamente en Honduras. Las semanas pasaban, también el mes, y el panorama (inundaciones, corrimientos de tierra, miles de damnificados..), lejos de mejorar, empeoraba con el continuo azote de tormentas tropicales. Tal es así que el pasado 20 de octubre, el país se declaró en Estado de Emergencia y solicitó ayuda internacional.
El balance de las intensas lluvias es desolador: 49 muertes y 300.000 damnificados. Los departamentos de Colón y Gracias a Dios han sido unos de los más castigados por la tormenta tropical Paloma, que se convirtió en huracán en su camino a Cuba.
Médicos del Mundo, tras evaluar los daños y las necesidades, ha acudido en auxilio de cuatro municipios de Colón (con 34.284 residentes), un departamento que ya presentaba, antes de la inundaciones, altos indicadores de mortalidad infantil y desnutrición.
La citada ONG, que trabaja en el país desde 1998, ha iniciado un programa de postemergencia para asegurar el abastecimiento de agua potable, vigilancia epidemiológica y nutricional de la población.
“La gran cantidad de agua estancada propicia el aumento de la población de mosquitos con el consecuente incremento de las enfermedades trasmitidas por éstos como el dengue y la malaria”,
explica Teresa García de Herreros, coordinadora del equipo de emergencia de MDM en Honduras.
Asimismo, se han entregado kits de emergencia (higiene, cocina, alimentación, mantas y colchonetas) a la población damnificada y la distribución de materiales para la recuperación la atención sanitaria pública.
La activación de los equipos de Médicos del Mundo en Honduras ha sido posible gracias al Fondo de Emergencias con el que cuenta la ONG. Este instrumento, que cuenta con el apoyo del Fondo de Emergencias de Obra Social Caja Madrid y la Junta de Castilla y León, le permite intervenir en catástrofes naturales y crisis humanitarias de forma eficaz mediante el envío de medios, equipos y personal sanitario.
Según el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático, Honduras es, tras Bangladesh, el segundo país más vulnerable a desastres naturales en el mundo. El Huracán Mitch (1998), inundaciones, (2000, 2001 y 2005), los efectos de “El Niño” y “La Niña”, con ciclos recurrentes de sequías e inundaciones, han debilitado la economía nacional, especialmente en sectores como la agricultura y la pequeña y mediana industria.