Se agotan los mecanismos de supervivencia en Palestina. La ayuda humanitaria es cada vez más necesaria. La emergencia de la situación es tal que el dinero solicitado por la ONU sólo contribuye a paliar este desastre, pero no se puede detener.
Los organismos humanitarios de la ONU que operan en los territorios palestinos ocupados han instado a la comunidad internacional de donantes a aportar 462 millones de dólares para financiar los programas de «asistencia vital» a la población palestina.
La ONU habla en su página web de un grave deterioro de la situación humanitaria en los territorios ocupados, principalmente en la Franja de Gaza, donde «el cierre de los accesos por parte de Israel ha exacerbado la pobreza extrema y el desempleo durante el último año».
A juicio del coordinador humanitario de la ONU para esos territorios, Maxwell Gaylard, la situación es un asalto a la dignidad humana. Y así lo explica:
Mucha gente, sobre todo en la Franja de Gaza, está pagando un precio demasiado alto, luchando diariamente por conseguir un mínimo de comida y agua para alimentar y asear a sus hijos.
Según Gaylard, los altos niveles de pobreza y desempleo han agotado los mecanismos de supervivencia y han incrementado la dependencia de la asistencia humanitaria. Además, el alza mundial de los precios de los alimentos, la sequía, la agudización de la división política entre los palestinos y el acelerado retroceso económico de Gaza hacen aún más urgente el trabajo de los organismos humanitarios.
Los fondos requeridos ayudarán a los palestinos más vulnerables, entre los que figuran los niños y las familias más pobres, no obstante, la asistencia humanitaria puede amainar el deterioro humanitario, «pero no puede detenerlo del todo».