
«Señorita, no veo bien la pizarra». Suele ser una situación bastante común en las clases para niños del colegio y perfecta excusa para que te coloquen en primera fila.
Si a esto le añadimos una discapacidad visual, la cosa se agrava. Esto mismo me he planteado al saber de la existencia de un proyecto del Instituto de Acción Social de Fundación Mapfre en colaboración con la Asociación Guipuzcoana de Deficientes Visuales.
Bajo el lema ‘Estudiar el impacto de las pizarras digitales interactivas en los alumnos con discapacidad visual’, el proyecto consiste en dotar a los chicos de una pizarra digital para que tras su uso se determine si mejora su rendimiento académico.
La misión es contribuir al desarrollo y progreso de la sociedad, aportando recursos destinados a la mejora de las condiciones de vida de los niños discapacitados. De momento es tan solo un estudio pero quien sabe. Igual dentro de un tiempo lo normal es ver una clase con una pizarra algo diferente.