Hoy, 26 de junio, se celebra el Día Internacional de Apoyo a las Víctimas de Tortura. Y la verdad es que no parece que hayamos avanzado mucho al respecto: al menos 107 países de todo el mundo siguen practicando tortura y malos tratos. Lo peor de todo es que estas cifras son las que corresponden a las torturas procuradas por las fuerzas de seguridad, la policía y otras autoridades del Estado.
Estas son las conclusiones de un estudio de Amnistía Internacional que ha analizado la situación de 157 países. y lo que se deriva de esta investigación, es que, pese a la prohibición universal de la tortura, en
más del 50% de los países del mundo se siguen aplicando estas prácticas.
En países de África como Camerún, Chad o Sudán hubo «una amplia variedad de violaciones de derechos humanos«, como la brutalidad policial, el uso de fuerza excesiva y numerosos casos de detención arbitraria y prolongada sin cargos, mientras que en América «algunos gobiernos cerraron los ojos ante las denuncias de torturas y homicidios ilegítimos e intentaron justificar los abusos diciendo que eran necesarios en el actual clima de inseguridad pública».
En Asia y Oceanía la organización ha documentado también diferentes
casos de tortura, tanto a manos del Estado como de grupos armados. Además, asegura que en Europa y Asia Central, estados como Italia, Dinamarca, Alemania y Reino Unido «se conformaron con recibir garantías diplomáticas de terceros países y utilizarlas como justificación para expulsar a presuntos terroristas a países donde corrían peligro real de tortura y otros malos tratos».
Por esta razón, y «aunque el presidente Barack Obama está tomando medidas para cerrar Guantánamo y garantizar que Estos Unidos no recurra
a la tortura», Amnistía pide a todos los gobiernos que pongan en marcha
medidas efectivas «que acaben con la impunidad de los responsables de
la tortura y malos tratos».