
Asegura que su vocación le viene del programa ‘Magia potagia’, que veía en la televisión cuando tenía 6 años. Cumplió 12 e ingresó en la escuela de Juan Tamariz marcado por “la ilusión”. Jorge Blass es actualmente uno de los magos más prestigiosos de nuestro país. Mediático y carismático, ha pisado los escenarios de medio mundo. Pero lo que pocos saben, es que este joven lleva años utilizando su magia para trabajar como voluntario, visitando escuelas y hospitales donde niños con alguna discapacidad o enfermedad disfrutan de sus simpáticos y originales trucos.
Ahora participa de manera altruista en el programa “Magia muy especial” (de las Fundaciones Abracadabra y Mapfre), por el que más de 2.000 niños con síndrome de down de toda España, podrán ser magos y mejorar sus capacidades.
¿Cuántos años llevas de voluntario en la Fundación Abracadabra?
Desde que se fundó en el año 2004, hemos colaborado en numerosos proyectos. Me encanta visitar hospitales y compartir la magia con los que más lo necesitan.
Sabemos que eres mago profesional, ¿cómo combinas tu tiempo para atender las dos cosas?
Cuando tengo días libres organizamos actuaciones en hospitales y preparamos proyectos como esta “Escuela de Magia Muy Especial”. Luego nos reunimos con otros magos solidarios y entre todos sacamos adelante el proyecto. Es una labor de equipo y los magos somos un colectivo muy comprometido.
¿Cómo entraste en la Fundación Abracadabra?
Juanjo, el presidente, me propuso como patrono. Fue un honor, llevaba varios años siendo mago solidario, pero hacía falta una forma de organizar este trabajo y la fundación está haciendo un trabajo excepcional.
¿Cómo es tu trabajo en la fundación? ¿Qué es lo que más te gusta de él?
El trabajo es siempre emocionante, a veces duro, pues ves a niños enfermos y situaciones muy difíciles, pero cuando consigues que sus familias sonrían, que se diviertan con la magia y se olviden unos instantes de lo que hay a su alrededor, es la mayor recompensa de todas. Ellos nos dan mucho más de lo que les damos a ellos.
¿Cómo reaccionan los niños con síndrome de down ante la magia?
Espectacular. Hasta ahora habíamos actuado para ellos, pero ahora les estamos enseñando magia. Es increíble ver como se implican, aprenden los juegos y no pierden su capacidad de asombro. Ellos siempre se sorprenden, aunque conozcan el secreto. Es un ejemplo de superación verles hacer magia.
¿Qué capacidades desarrollan más con la magia?
La magia les ayuda a comunicarse, a desarrollar habilidades de una forma divertida. Es una buena manera de ilusionarles. Ya que conocen un secreto que el resto no sabe, y eso es muy especial para ellos.
¿Qué es con lo que más disfruta un voluntario con estos niños?
Su continúa emoción. Ponen mucho tesón en lo que hacen, lo repiten una y otra vez hasta que lo consiguen. ¡Es una pasada!
¿Qué aprende un voluntario de un trabajo como éste?
Aprendes que nada es imposible, que la ilusión mueve montañas y que los niños con síndrome de down tienen una sensibilidad enorme. Continuaremos regalando magia con toda la ilusión.