Son unos aparatos que se sirven de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación para proteger a mujeres que se encuentran en peligro constante ante el asedio al que las somete su pareja o ex pareja. En Madrid y Baleares ya se conocen puesto que se llevan utilizando un tiempo, ahora han llegado, aunque con retraso, al resto de las comunidades autónomas y Ceuta y Melilla.
El GPS ‘antimaltratador’ es una herramienta prevista en la Ley de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género para el control de las medidas de alejamiento, que las organizaciones contra la violencia de género llevan pidiendo desde hace tiempo. El Gobierno ha distribuido 3.000 (concretamente 9.000 terminales, ya que cada inculpado lleva una unidad móvil y un brazalete, y la víctima otra unidad).
Su utilización implica la acción coordinada entre tres ministerios Igualdad, Justicia e Interior. La cifra, 3.000, es una partida inicial y supone el 10% de las órdenes de protección dictadas en 2008, representativo de las situaciones «de mayor riesgo», según explicó la ministra Aído. Consultadas las organizaciones de mujeres al respecto, éstas consideran que “de momento, está bien”. Así por lo menos 3.000 maltratadores estarán en permanente vigilancia.
El reparto de esta herramienta, cuyo objetivo es la seguridad de la víctima y la disuasión del agresor, no ha sido establecido por cupos, sino que cada región contará con ellos por criterios de disponibilidad.
¿Cómo funciona?
Una vez que el órgano judicial acuerde que la medida cautelar de alejamiento sea controlada por estos medios de detección de proximidad, la resolución será comunicada en el plazo máximo de 24 horas a las fuerzas y cuerpos de seguridad territorialmente competentes, y al Centro de Control.
Éste estará alojado en el Centro de Datos Gestionado de Telefónica (la gestión corresponderá a la UTE Telefónica- Securitas Direct), y el centro de monitorización estará ubicado en las oficinas de Securitas Direct.
El centro comunicará inmediatamente a la empresa instaladora la solicitud del servicio para la preparación de los equipos, todo ello dentro de las primeras 24 horas. Tanto la víctima como los centros de gestión recibirán avisos cuando el agresor se acerque a menos de 500 metros de la víctima, que también dispondrá de un «botón de pánico» si lo requiere.