La jubilación, una etapa de la vida que puede convertirse en un tiempo agradable en el que disfrutar de la vida o en un martirio de aburrimiento.
Un reciente estudio de la Universidad de Maryland ha comprobado que las personas jubiladas que continúan realizando alguna actividad en su campo de experiencia disfrutan de una mejor salud física y mental, que aquellos que dejan de trabajar completamente o pasan a otro ámbito de trabajo.
Para el estudio, que se inició en 1992, se usó una muestra de más de 12.000 trabajadores de entre 51 y 61 años, que a su vez han sido examinados cada dos años durante más de un lustro.
Según los resultados, es recomendable que los que vayan a jubilarse consideren pasarse a un ‘empleo puente’ como transición a la jubilación total. Pues se ha demostrado que de esta forma se pueden evitar problemas cardíacos, diabetes, artritis o enfermedades mentales como la depresión.
Sin embargo, no se obtienen los mismos beneficios cuando los jubilados realizan trabajos de medio tiempo en otros ámbitos. Esto puede ser causado por el cambio de ‘rol de identidad’ formado a lo largo de su carrera o coger el trabajo por necesidades económicas. Por eso, un trabajo de esta naturaleza ayuda a las personas mayores a mantener sus estilos de vida y reducir cualquier estrés que pueden experimentar por la transición a la jubilación total.