La idea es bonita, aunque no sé si muy ecológica (seguramente los activistas verdes que apagan edificios para protestar contra el cambio climático deben estar de uñas). Te hablo de la iniciativa de Amnistía Internacional y de la comunidad católica de Sant’Egidio, que han iluminado estos tres últimos días (hoy es el último) algunos de los principales edificios de 26 ciudades españolas para protestar contra la pena de muerte.
Y es que hoy 30 de noviembre, se conmemora el aniversario de la primera abolición de la pena capital en el mundo, que llevó a cabo el Gran Ducado de Toscana en 1786. Conocida como ‘Ciudades por la vida’, la iniciativa cuenta con la adhesión de localidades como Madrid, Barcelona, Bilbao, Coruña, Valladolid y Sevilla, que de este modo se unen a un movimiento global en el que militan ciudades de todo el mundo.
Voluntarios de ambas organizaciones iluminarán edificios emblemáticos como el teatro Campoamor de Oviedo, la catedral de Ciutadella en Menorca, el Palacio Real de Madrid o la Casa de las Conchas de Salamanca. También se encenderán luces contra la pena de muerte en el Coliseo romano, en la Campana de la Paz de Quito (Ecuador) y en el Atomiun de Bruselas.
Todas las ciudades adheridas organizarán actividades de carácter educativo, espectáculos en los monumentos o lugares simbólicos y acciones para sensibilizar a sus habitantes. Te muestro el informe sobre la pena de muerte.