Consejos para el cuidador familiar del Alzheimer. Cuidados básicos: el vestido

Imagen de un anciano en actitud pensativaContinuamos con la serie de post con consejos para el cuidador familiar de una persona con Alzheimer, extraídos de la colección de libros ‘Cuadernos prácticos sobre la enfermedad del Alzheimer’ y ‘Aula 10’. Ambas han sido editadas por la Obra Social Caja Madrid en colaboración con el equipo docente de la Asociación AFAL Contigo y puedes descargarlos en PDF (pincha aquí).

Si la semana pasada hablamos de los cuidados básicos en la necesidad de higiene del enfermo, en esta ocasión nos centramos en los referidos al vestido y arreglo personal. Y es que, según va avanzando la enfermedad, el afectado va haciéndose cada vez más dependiente en las actividades básicas de la vida diaria, lo que suele provocar un sentimiento de inutilidad y vergüenza que repercute de forma negativa en su autoestima, ocasionándole desánimo y decaimiento, subrayan los expertos.

Por ello, en lugar de forzarle a vestirle como si fuera un niño, se pueden le puede ayudar con pequeños cambios que le permitan hacerlo de forma independiente y que también descargan, de alguna manera, al cuidador.

El cuidador debe saber que a su familiar con Alzheimer le va a ser cada vez más difícil recordar el orden en que debe vestirse o para qué sirve una prenda determinada, a la vez que va a ir perdiendo habilidad y destreza para el abrochado de las prendas. Así, puede ser que empiece a negarse a vestirse, que se ponga la misma prenda todos los días o lo haga con ropa no adecuada para la estación del año; que sea incapaz de abrocharse o desabrocharse los botones o cremalleras o se vista con varias prendas, una encima de la otra sin ningún sentido.

Al respecto, los expertos recomiendan retirar de los armarios los complementos innecesarios (gemelos, corbatas, tirantes o pajaritas, etc.); dejar solamente la ropa de la estación del año en la que nos encontremos y cambiar los botones y cremalleras por cierres de velcro que son más sencillos.

Asimismo, cuando sólo quiera ponerse las mismas prendas, es conveniente comprar varias iguales; dejarle colocada por la noche la ropa en el orden en que ha de ponérsela por la mañana y, cuando no sea capaz de elegir las prendas, darle una opción para que no se sienta confundido.

También es muy importante mantener su intimidad a la hora del vestido y desvestido, comprobar que la habitación donde lo haga disponga de la suficiente luminosidad y dejarle solamente calzado flexible, cómodo y seguro, a ser posible con cierre de velcro o elástico.