Las personas con enfermedad mental, las que menos presencia tienen en la empresa española

Foto: Fundación ONCE
Foto: Fundación ONCE

Acabamos de conmemorar el Día Internacional del Trabajo, y hemos querido conocer en qué situación se encuentran las personas con discapacidad en cuanto a sus posibilidades profesionales.

Pues bien, la Confederación Española de Agrupaciones de Familiares y Personas con Enfermedad Mental (Feafes) asegura que, siendo las personas
con discapacidad
en general las que tienen en la inserción laboral uno de los principales obstáculos para su integración, las que presentan una discapacidad por trastorno mental son las que registran una mayor discriminación, niveles más bajos de inserción y menor presencia en las empresas españolas.

Feafes nos recuerda que:

«El empleo para las personas con un trastorno mental no es sólo una fuente de ingresos o de independencia económica, es un factor estabilizador, que identifica a las personas como ciudadanos, y un camino hacia la normalización».

La organización también señala que sólo un 4,6 por ciento de las personas con enfermedad mental cuentan con un empleo regular y el 32 por ciento desearían hacer cualquier tipo de trabajo con tal de tener uno.

Para las personas con enfermedad grave y persistente, el estigma y el rechazo se manifiestan especialmente en la dificultad que experimentan para encontrar un trabajo ordinario y cuando acceden a un empleo, en la mayor parte de los casos, lo hacen en tareas de baja cualificación y en el ámbito protegido, generalmente con una baja remuneración, lo que les impide alcanzar la deseada autonomía e independencia.

Según recoge el estudio ‘Perspectivas del mundo empresarial respecto a la contratación de personas con discapacidad‘ de la Fundación ONCE, la actitud de los empresarios a la hora de contar con personas con discapacidad por trastorno mental presenta «un mayor número de prejuicios y frenos para su contratación».

En este sentido, Feafes propone como acciones generales encaminadas a luchar a favor de la inserción laboral de las personas con discapacidad, especialmente las que lo son por trastorno mental, la de informar y sensiblizar a empresarios y a la sociedad en general, mediante mensajes adaptados a cada público objetivo, sobre el potencial de las personas con problemas de salud mental; asegurar un salario mínimo digno, y una regulación justa de la compatibilidad entre trabajo y prestaciones sociales.

Por otro lado, la Confederación Feafes no quiere dejar de recordar en el Día Internacional del Trabajo que, según la Evaluación de la Estrategia en Salud Mental del Sistema Nacional de Salud, la población con un bajo nivel de ingresos y en situación de desempleo presenta un factor de riesgo alto para el trastorno depresivo mayor.

Recordando que el principal factor de riesgo para los trastornos del estado de ánimo tiene que ver con la situación laboral: el 20,2 por ciento de la población desempleada y el 15,6 por ciento de la población jubilada presenta trastornos mentales.