El cambio para lograr motivación

formacionprofesionales_el-cambio-para-lograr-motivacionDicen las encuestas que el trabajador español medio es ahora mismo un empleado desmotivado y hasta cierto punto dócil, tan preocupado por la seguridad en su puesto de trabajo que cumple más horas de las necesarias en su empresa y se abstiene de quejas.

Es un efecto secundario de la crisis económica, que ya ha destruido millones de empleos en prácticamente dos años y ha sembrado el pánico entre los trabajadores supervivientes.

No es bueno, ni para los trabajadores que lo sufren, ni para los trabajadores que no pueden sufrirlo porque no tienen trabajo, pero tampoco lo es para los empresarios, pues con este panorama son pocos los trabajadores comprometidos y productivos.

Una prueba evidente de esta situación podemos encontrarla en los estudios sobre absentismo injustificado, que en España estaba bastante alto antes de la crisis y en un año ha descendido más del 90 %, bajando, incluso, de la media europea… ¿nos hemos vuelto más responsables? no… tenemos miedo a perder el trabajo.

Pero esto no quiere decir que seamos más trabajadores y eficientes. Es como el chaval que se pasa horas delante del libro… eso no es estudiar… es estar delante del libro. Pues por lo visto lo que llaman «presentismo» (que se opone al concepto absentismo) es algo similar: Alargamos la jornada laboral, quedándonos más horas en el puesto de trabajo sólo por aparentar, pero sin producir nada; o exagerar la dificultad y esfuerzo que cuesta hacer las cosas; o exagerar el volumen de trabajo.

«Un 38 % de los españoles creen que podrían perder el empleo en los próximos seis meses, cuando la media europea está en el 29%, cifra que aumenta hasta el 45,8% en el caso de los menores de 25 años», «El 80% no está comprometido con su empresa».

Esto sólo se arregla con ilusión. Es necesario encontrar motivación para trabajar con optimismo. Y para eso es necesario que algo cambie, algo grande, algo importante. ¿Podría ser la famosa reforma laboral la que cambie el panorama?, ¿un cambio político?…

Fuente    El País