Patricio Crausaz tiene 43 años, es ecuatoriano, economista de profesión pero montañero de corazón. Este hombre ha escalado hasta las cimas de las montañas más altas del mundo: el Everest en Asia, el Kilimanjaro en Tanzania, el monte Vinson en la Antártida, el Denali, la montaña más alta y fría de Alaska; el Elburz en el Cáucaso ruso, el Puncak Jaya en Oceanía y el Aconcagua en Argentina.
Como parte del proyecto denominado ‘Siete Cumbres: Ecuador Sin Límites’, Crausaz ha organizado, liderado y ejecutado expediciones a las cumbres más remotas y difíciles de los cinco continentes. Ahora, siguiendo la misma línea, se ha trazado un nuevo reto: escalar hasta la cima del Huascarán, la montaña tropical nevada más alta del mundo, ubicada en Perú.
El Huascarán, con 6.768 metros de altitud, se ubica en la Cordillera Blanca, un ramal de los Andes, dentro de un parque nacional precioso adornado con glaciares, lagunas, bosques y caminos de ensueño. Después del Aconcagua, ubicado en Argentina, es el glaciar más alto de Sudamérica.
Lo que quiere Crausaz, quien emprendió su viaje el 3 de julio de 2010, es llevar un mensaje medioambiental y promover la conciencia social sobre la necesidad de reducir las emisiones de CO2 en el mundo para frenar el cambio climático y el efecto invernadero.
El andinista ecuatoriano inició su viaje en la ciudad peruana de Huaraz y se ha propuesto coronar el Huascarán en un plazo máximo de seis días.
“El propósito de la expedición es contribuir con incrementar la conciencia social sobre los efectos nocivos del calentamiento global en los glaciares tropicales”, explicó Crausaz.