Éste no es un post donde se expone una realidad, sino más bien se hace un llamamiento a las personas en general, a las instituciones y a los gobiernos de Europa y del mundo entero a organizarse y emprender una gran campaña de ayuda a favor de los pueblos sudamericanos que, por una ola de frío extrema, están viendo morir a sus habitantes.
Un fenómeno climatológico conocido como ‘La Niña’, que se extiende desde el sur de Argentina y Chile hasta Uruguay, Paraguay, Brasil, Bolivia, Perú, Ecuador y Colombia ha causado en 2010 más de 500 muertos, según cifras oficiales, aunque de acuerdo con algunas organizaciones no gubernamentales, el número total de fallecidos por el frío podría ser mucho mayor.
Es increíble cómo ahora Europa es un horno, tanto así que algunas personas mueren de calor; y mientras tanto el clima ha convertido a Sudamérica en un verdader congelador. Aunque todos los países mencionados la están pasando mal, Perú es el que está afrontando lo peor, ya que en muchos pueblos que superan los 3.800 metros de altitud sobre el nivel del mar los termómetros han descendido hasta los 23 grados bajo cero.
El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi) ha informado que las heladas en estas zonas altoandinas del país se intensificarán durante las noches de los próximos días. En estas zonas, que el Gobierno mantiene bastante descuidadas, han muerto más de 400 personas sólo en el 2010 por neumonías, infecciones respiratorias agudas e hipotermia, la mayor parte menores de cinco años y mayores de 60 años.
A esta situación se suma la muerte de decenas de cabezas de camélidos sudamericanos como llamas y alpacas, animales que significan el sustento económico de muchas familias empobrecidas. Incluso en la Amazonia, donde las temperaturas son siempre cálidas y la gente viste ropas finas, los habitantes han tenido que abrigarse por la caída atípica de los termómetros. Como dato adicional, en Perú, 16 de las 25 regiones del país están en emergencia.
Otro país muy afectado es Colombia, donde han muerto más de cincuenta personas por inundaciones, deslizamientos de tierra y desbordamiento de ríos. En Bolivia, otras veinte han fallecido en localidades donde se han registrado temperaturas por debajo de los cero grados.
El número de muertos en Argentina llega a once, mientras que otras 33 (once de ellas menores de edad) perecieron por intoxicación con monóxido de carbono, producto de la mala combustión de los sistemas de calefacción.
En Paraguay ya van doce muertos y en Uruguay otros tres han perecido por hipotermia, a quienes se deben sumar más de 2.000 cabezas de ganado bovino en los últimos días.
Mientras tanto Chile, que como bien recordamos sufrió un terremoto devastador hace algunos meses, se ha declarado en emergencia agrícola, ya que cientos de hectáreas destinadas al cultivo se han visto destruidas por el frío extremo.
Aunque las alertas están dadas y las autoridades de los diferentes países suramericanos afectados por el frío se están organizando para entregar ayuda a los pueblos más afectados, el frío amenaza con quedarse mucho tiempo y tal vez ésta sea una oportunidad para que el mundo entero se una y ofrezca su apoyo.