Algunos perros ayudan en actividades como la caza, otros saben detectar drogas o encontrar personas en situaciones de emergencia como la de Haití y también los hay que sirven de guía a personas con discapacidad visual. Son muchas y muy variadas las cosas que puede hacer el mejor amigo del hombre. Habilidades a las que ahora se añade la caninoterapia, o lo que es lo mismo, el cuidado de personas con algún tipo de enfermedad.
Este es el caso de Leo, Kali y Michica, tres perros entrenados por la ONG Intervención Ayuda y Emergencias (IAE), que, cada lunes, acuden como voluntarios al centro de enfermos de Alzheimer ‘Marina Baixa’, que la asociación AFAL tiene Benidorm, para ayudarles en la estimulación cognitiva y ralentizar, de esta forma, el avance de la enfermedad.
Como cada lunes, Leo, Kali y Michica, acompañados por los voluntarios de la ONG, llegan al centro de Alzheimer cargados de una batería de juegos con los que favorecen la motricidad y estimular cognitivamente a los enfermos. Una hora pensada para aumentar su bienestar y con él, el de sus familiares y cuidadores, según reconoce Beatriz, directora del centro.
Es el caso de los bolos, un juego en el que se ponen en el suelo varias figuras de madera, cada una de ellas con un número. En este caso, Leo, Kali y Michica, se encargan de darles la pelota a los pacientes, para que la lancen contra las figuras. Una vez lanzada, los voluntarios les acercan la pieza con el número para que los pacientes hagan la suma o reconozcan el número, según sea el estado de su enfermedad. Juegos como éste, estimulan la interacción entre el enfermo de Alzheimer y el perro. Una conexión que también se da en otros como el bingo o las anillas, que también practican en AFA Marina Baixa.
“De esta forma nos hemos dado cuenta de que con un animal se entretienen mucho más que con nosotros mismos, ya que, en ocasiones, al hablarles varias personas a la vez les puede venir un poco grande, cosa que con un perro, la comunicación se hace más sencilla”, reconoce Beatriz.
En todo caso, ni todos los todos los enfermos de Alzheimer disfrutan por igual de esta terapia, ni todos los perros son aptos para ella. Así, son los afectados con mejor estado los que más aprovechan estos ejercicios, tal y como explica Beatriz:
“Los animales en cualquier estado valen, porque es otro tipo de lenguaje, aunque el mejor de los estados es el leve y el moderado, puesto que el enfermo todavía tiene cualidades cognitivas que podemos estimular”.
No obstante, reconoce que “el simple hecho de que un perro se acerque a una persona con Alzheimer en una fase más avanzada, es suficiente para que abra los ojos, lo mire e intente acariciarlo. Un resultado para el que los cuidadores necesitamos horas, lo consigue el animal con su mera presencia”.
En cuanto a los perros, es necesario que sean tranquilos. Además, tienen que haber recibido un entrenamiento previo, como en el caso de Leo, Kali y Michica, que están preparados para asistencia en situaciones de emergencia.
La terapia está siendo un éxito, tanto que el martes 14 tuvieron una sesión de caninoterapia al aire libre en la plaza del ayuntamiento. Una actividad que se enmarca dentro de las que organizó AFA Marina Baixa con motivo del Día Mundial del Alzheimer, como las clases de gimnasia para mayores, la organización de una comilona al aire libre o excursiones con los enfermos.
“La idea es tener un momento un poco más festivo aunque ellos no recuerden donde hayan estado. Lo importante es como lo disfruten y eso lo podemos ver a través de sus miradas”, resalta la directora del centro.
Actividades que no sólo sirven para recaudar fondos, confiesa Beatriz, sino para concienciar a la población sobre lo que denomina ‘enfermedad del futuro’, y contribuir a que si algún día nos encontramos con una persona mayor, no pensemos que está loca, y pensemos que quizás pueda tener algún tipo de demencia y que su comportamiento se pueda entender en base a esa dolencia.