La UE quiere una Europa sin barreras en 2020

Autor: Вени Марковски
Autor: Вени Марковски

Hay 80 millones de ciudadanos con discapacidad que viven en Europa y, consciente de ello, la Comisión Europea desea que puedan disfrutar de las mismas ventajas en todos los países de la UE, así como que los productos y servicios que utilizan estas personas sean siempre accesibles.

Para conseguirlo, ha elaborado un plan con el que se propone lograr un espacio europeo sin barreras en 2020 y con el que pretende que cualquier ciudadano europeo con discapacidad pueda utilizar un autobús sin problemas, conectarse a Internet o manejar un DVD sin ayuda de otras personas. Pues ya era hora, aunque no deja de ser loable la intención.

De hecho, lo que hará será estudiar la posibilidad de proponer de aquí a 2012 una ‘Ley europea de accesibilidad’ para conseguir desarrollar un mercado único de productos y servicios accesibles.

En este sentido, Viviane Reding, vicepresidenta de la Comisión y Comisaria de Justicia, Derechos Fundamentales y Ciudadanía de la UE, manifestó lo siguiente:

“Para poder participar plenamente en nuestra economía y en nuestra sociedad, las personas con discapacidad necesitan tener un acceso más fácil a los edificios y al transporte públicos, así como a los servicios digitales”.

Y es que, tal y como opina Reding, una forma muy efectiva de lograrlo es desarrollar normas para productos y servicios accesibles a nivel europeo y utilizar la contratación pública para promover la accesibilidad de los edificios públicos.

Es más, en Estados Unidos, medidas similares han cosechado un gran éxito, tanto en el plano social como en el económico y, según un estudio realizado por el Real Instituto Nacional de Ciegos del Reino Unido, una inversión de 35.000 libras realizada por una cadena de supermercados para hacer accesible su sitio en Internet reportó unos ingresos adicionales superiores a trece millones de libras en un año.

Concretamente, toda esta estrategia se basa en una Iniciativa de Accesibilidad, en el fomento de la participación social y política de los ciudadanos con discapacidad, en la sensibilización de la sociedad y en la mayor cooperación entre los estados miembros, entre otros aspectos.

Otro dato significativo es que la Comisión Europea habla, por ejemplo, de fomentar el uso de la lengua de signos y del sistema de lectoescritura braille para personas ciegas en los procesos electorales.Y es que la inserción social y cultural de las personas con discapacidad tiene que caminar sin pausa.