Chic@s, familias… ¿Qué habéis hecho con vuestro árbol de Navidad? ¿Llego a tiempo? Me acaba de llegar un comunicado de Ecologistas en Acción y casi estoy sin habla. Así que, aunque a día de hoy, en la mayoría de los hogares no podamos hacer nada, ahí van un par de consejitos para el año que viene a ver si así contribuimos, en la medida de lo posible y teniendo en cuenta que está en nuestras manos, a este hermoso intento de preservar la biodiversidad.
La ONG ecologista propone utilizar imaginación y creatividad para adornar los hogares en Navidad con elementos que no supongan más gasto y más consumo de recursos, como pueden ser algunas de las plantas de la casa y el arbolado de la comunidad de vecinos o del jardín.
No obstante, apunta que si se opta por tener un abeto dentro de casa, “lo razonable sería utilizar una especie autóctona” que se venda con instrucciones sobre los cuidados necesarios para su supervivencia y bienestar.
Y no es en vano lo que dicen porque, resulta que, según explica la organización, algo habitual de los árboles que llegan tras los días navideños al punto de recogida es su falta de cepellón, es decir, del sistema de raíces preciso para que absorban los nutrientes necesarios para su supervivencia.
Sin embargo, a pesar de lo que se pueda creer, asegura Ecologistas en Acción, las campañas municipales de recogida de árboles, tras las fiestas “no consiguen más que tranquilizar al incauto consumidor”, ya que “una gran parte” de las plantas rescatadas se secan por las “malas condiciones” en que llegan a los puntos de recepción.
En serio, me parece bastante alarmante que se estime que al menos dos millones de árboles de especies como pinos y abetos, entre otras, acabarán durante estos días en los vertederos, después de haber cumplido su papel de adorno en los hogares españoles durante la Navidad.
Según la ONG, la mayor parte de los árboles que en estas fechas acaban en la basura son especies no autóctonas “que durante este periodo no han recibido los cuidados mínimos imprescindibles para su supervivencia y que suponen otro despilfarro más en esta época de excesos de consumo”.
Vaya, no tengo muchas palabras porque me siento bastante desolada ante esta situación y me gustaría desde aquí, aportando mi granito de arena, llegar a algunas de las conciencias que lean estas líneas. Sumémonos a salvaguardar la biodiversidad y, si no somos de los que piensan que un pino artificial está bien para la ocasión (que lo están) intentemos decorar alguna bonita planta enhiesta en lugar de comprar más árboles foráneos o, en su defecto, asegurémonos de que la especie es autóctona y mantenga intacto su cepellón.
Sí, podemos colaborar todos y acabar amasando un amor aún más grande por las plantas… y es que hay que ser ecológicos, responsables y no os regaño más, pero por favor… haced lo que cada uno podáis. ¿No es supercreativo y original el árbol navideño de la foto? Pues manos a la obra… tenemos un año para salvar a cientos, miles de pobres arbolitos.