El ejercicio, con el tiempo, terminará siendo la panacea. Y es que, estudio tras estudio, vamos descubriendo que caminar, hacer deporte, nos ayuda, además de a estar en forma, a atajar dolencias y, ¿por qué no?, conseguir perdurar más tiempo en este bello planeta, es decir, alargar nuestra vida, eso ya se sabe: mens sana in corpore sano.
Me acabo de encontrar con un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Pittsburgh y de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign, que ha aparecido en la revista Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias (EEUU).
Resulta que han encontrado una sección del cerebro relacionada con la memoria que ha aumentado en algunas personas mayores como consecuencia de la realización de caminatas rápidas durante un período de un año.
En este sentido, la investigación refuerza la idea de que para reducir la atrofia cerebral en pacientes de Alzheimer es más que aconsejable realizar caminatas. Y es que, en las primeras etapas de esta enfermedad neurodegenerativa se observa que las personas con problemas de memoria, que caminan con frecuencia, presentan una mejora cuando se le realizan las pruebas del estudio.
Las personas sedentarias que participaron en la investigación, 120 de edades comprendidas entre 55 y 80 años, fueron divididas en dos grupos. Uno de ellos practicó caminatas de 40 minutos tres días por semana y, el otro, ejercicios de tonificación muscular y elasticidad.
Por lo visto, la región cerebral del hipotálamo de las personas del primer grupo, las que estuvieron caminando, creció aproximadamente un 2%. El hipocampo es una región en el cerebro involucrada en la memoria que tiende a encogerse ligeramente con la edad, ya que, según los expertos, esta atrofia es casi inevitable en la vejez.
Según los investigadores, aunque encontraron mejoría en la memoria en ambos grupos debido a los ejercicios planificados, en el primer grupo el aumento en el volumen de la región cerebral del hipocampo estuvo directamente relacionado con la mejoría en el desempeño de la memoria.
Respecto a la investigación, Art Kramer, director del Instituto Beckman de la Universidad de Illinois y autor de la investigación, dice:
“Los resultados de nuestro estudio son particularmente interesantes en el sentido que sugieren que incluso pequeñas cantidades de ejercicio por parte de las personas mayores sedentarias pueden conducir a un mejoramiento sustancial en la memoria y en la salud cerebral”.
Y es que, aunque ya había estudios que relacionaban proporcionalmente la memoria con el ejercicio, parece que esta investigación, muy rigurosa y que se ha realizado durante un año, es todo un avance en lo que respecta a la relación entre cerebro y ejercicio, y luego también tiene aportaciones interesantes en la lucha contra el Alzheimer.