El pintor Eguiluz reaparece para homenajear a los astrónomos

Antonio Eguiluz, pintor con discapacidad auditiva Un homenaje pictórico a los maestros astrónomos. Este es el propósito del artista Antonio Eguiluz (Salamanca, 1946), que acaba de inaugurar su exposición ‘Art Orbital’, una muestra en la que el pintor, con una discapacidad auditiva, se ha dejado seducir por los misterios y las maravillosas sorpresas que nos depara la ciencia.

Desde que en 1995 se quedase sordo a causa de un accidente de tráfico, el artista salmantino se había retirado por completo de la vida pública. Por eso esta reaparición ha despertado un doble interés, la de saber en qué ha cambiado el estilo del maestro y la de contemplar sus últimos trabajos. He vuelto “por amor al arte”, según ha explicado él mismo durante la inauguración.

Veinticinco obras son las que podrán contemplarse hasta el próximo 3 de abril en el Museo de Salamanca. Su estilo sugerente, por momentos onírico y siempre bello, el pintor nos propone una serie de reflexiones a las que acompaña el estupor, la admiración, el vértigo y la deuda, consiguiendo así una plena integración cultural.

Eguiluz, que realizó su primera exposición en la parte vieja de San Sebastián, obtuvo en 1964 la medalla honorífica en Pescara (Italia), y ha realizado retrospectivas y muestras en numerosos puntos de la geografía española. Además, sus obras han formado parte de muestras colectivas en California, San Francisco y Alemania, y a lo largo de su carrera ha recibido numerosos premios y galardones tanto nacionales como internacionales.