
Bill Drayton, fundador y presidente de Ashoka Emprendedores Sociales, ha sido galardonado recientemente con el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional 2011.Un jurado internacional le seleccionó de entre 25 finalistas de 18 países.
Impulsor de la figura de los emprendedores sociales, hombres y mujeres que desarrollan iniciativas innovadoras para el bien común, Drayton ha generado una plataforma global de ciudadanos que, con sus proyectos, han cambiado la forma de resolver los problemas de la sociedad.
Bill Drayton estudió en el Harvard College y en el Balliol College de la Universidad de Oxford y se graduó en la Yale Law School en 1970. Desde su etapa de estudiante, se involucró en numerosas iniciativas destinadas a procurar la mejora social de su entorno.
Fuertemente influido por los pensamientos de Martin Luther King y Gandhi, así como por la figura de Ashoka, emperador indio del siglo III antes de Cristo; Drayton puso en marcha una red de apoyo a emprendedores sociales viajando a distintas ciudades de la India e Indonesia a mediados de la década de los 80, con el objetivo de construir una red de promotores y elaborar un proceso fiable de selección de estos emprendedores.
Así nació Ashoka hace 30 años, y se ha convertido en una comunidad de casi 3.000 emprendedores sociales innovadores de 70 países que impulsan las ideas más importantes e innovadoras de transformación social, en la que hombres y mujeres aportan soluciones para los problemas más urgentes del planeta.
Drayton al conocer la noticia, declaró:
«Estoy profundamente conmovido con la decisión del jurado del Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional. Sé que en realidad es un reconocimiento a los extraordinarios emprendedores sociales en España y en todo el mundo, muchos de los cuales son amigos y colegas. España, una vez más, está abriendo una nueva oportunidad maravillosa».
«Cuanto más rápido cambia el mundo, más importante es que vayamos más allá de dar peces o ayudar a la gente a aprender a pescar. Debemos cambiar constantemente la industria pesquera. Y eso requiere de emprendedores. Además, tenemos que asegurarnos de que cada cambio es para el bien común. Por eso el mundo necesita emprendedores sociales, hombres y mujeres cuyas vidas, y por lo tanto sus trabajos, son para el bien de todos. Les necesitamos individualmente y como una gran comunidad que trabaja junta».
El Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional reconoce «a la persona, institución, grupo de personas o instituciones cuya labor haya contribuido de forma ejemplar y relevante al mutuo conocimiento, al progreso o a la fraternidad entre los pueblos». Cada galardón consta de un diploma, un símbolo representativo consistente en una escultura de Joan Miró, una insignia con el escudo de la Fundación y una dotación en metálico de 50.000 euros.